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GLOBALIZACIÓN Y ANTIGLOBALIZACIÓN - Luis Ruiz Jiménez

1. El fenómeno de la globalización

Para Guillermo de la Dehesa la globalización es un proceso dinámico de creciente libertad e integración mundial de los mercados de trabajo, bienes, servicios, tecnologías y capitales. Este proceso no es nuevo, viene desarrollándose lenta, pero inexorablemente, desde finales de los años cuarenta, una vez terminada la Segunda Guerra Mundial. Y no es nuevo porque ya se dio un proceso similar, entre 1870 y 1914, de forma tan intensa como el actual. Es lo que Lenin denominó fase imperialista del capitalismo.

Podemos afirmar que el siglo XX se inició con una situación globalizadora y que, tras más de cuatro décadas de reflujo en las que dicho proceso de globalización dio marcha atrás a causa de dos guerras mundiales y de la Gran Depresión, se reinició después de la Segunda Guerra Mundial. El siglo XX ha terminado con otro proceso de globalización que tiene visos de ser más duradero. El anterior sólo duró unos 45 años y terminó de forma violenta con la Primera Guerra Mundial y la Revolución Bolchevique, mientras que el actual supera ya los 50 años y está fundamentado sobre bases más sólidas que el primero.

La globalización se ha convertido en la característica principal del ciclo histórico inaugurado tras la caída del muro de Berlín, en noviembre de 1989, y la desaparición de la Unión Soviética, en diciembre de 1991. La interdependencia y la imbricación de las economías de numerosos países son cada vez más fuertes y estrechas, sobre todo el sector financiero, ya que la libertad de circulación de capitales es total y hace que este sector domine, muy ampliamente, en la esfera económica. La globalización está llegando a todos los rincones del planeta, ignorando o pasando por alto los derechos de los individuos y las empresas así como la independencia de los pueblos o la diversidad de regímenes políticos.

La globalización no persigue la conquista de los países, sino los mercados. Su preocupación no es el control físico de los cuerpos ni la conquista de territorios, como fue el caso durante las invasiones o los períodos coloniales, sino el control y la posesión de las riquezas.

Aunque, ciertamente, ha sido I. Ramonet el que ha divulgado y precisado el concepto de “globalización” como principal elemento de análisis de la sociedad capitalista actual, al parecer fueron T. Levitt (1983) y M. Porter (1990) los dos primeros en utilizar este término; el primero lo usó para referirse al proceso de mundialización de los mercados y el segundo para diferenciar una empresa multinacional de otra global. La empresa multinacional es aquella que opera en un número determinado de países pero hace muy poco o ningún esfuerzo por unificar estratégicamente sus operaciones, mientras que la empresa global persigue una estrategia mundial en la que las distintas operaciones nacionales están totalmente coordinadas.

Precisando más, la empresa global es aquella que ha abandonado su identidad nacional y opera como una entidad sin patria a escala mundial. El prototipo de empresa global pudiera ser Nestlé : una compañía con base en Suiza, pero en la que sólo dos suizos están entre sus primeros diez ejecutivos, los ocho restantes son de cinco nacionalidades distintas y está presidida por un alemán. La compañía está establecida en 150 países y su negocio en Suiza es muy poco importante.

Dos factores, fundamentalmente, están determinando el desarrollo del proceso de globalización de las empresas multinacionales. El primero, sin duda, es la tecnociencia , sobre todo el desarrollo de las nuevas tecnologías del transporte y de las telecomunicaciones que está permitiendo que los costes caigan de una manera espectacular. Así el coste de una llamada de Londres a Nueva York era de 300 dólares en 1930, de 50 dólares en 1960 y de menos de un dólar en la actualidad. Asimismo, el coste del procesamiento de la información a través de ordenador, medido en dólares por segundo, ha pasado de 100 dólares en 1975 a 0.01 en 1995 y a 0.001 en 2001. Lo mismo se puede decir de los costes del transporte por carretera, barco o avión.

El segundo factor ha sido la liberalización de los intercambios de bienes, servicios y capitales realizados mediante negociaciones multilaterales en el seno del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), de la Organización Mundial del Comercio (OMC), de la Organización Para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) y mediante decisiones unilaterales y bilaterales de las autoridades económicas de los distintos países.

2. Estructura social, económica y política de un mundo globalizado: La globalización del mercado y de la pobreza

Este apartado consiste básicamente en el resumen del artículo de Ignacio Ramonet titulado “Impacto de la globalización en los países en desarrollo”. Se analizan las consecuencias económicas, sociales y políticas que implica el fenómeno de la globalización.

2.1. La globalización de los mercados y del poder

La globalización significa la destrucción de lo colectivo y la apropiación de las esferas pública y social por el mercado y el interés privado. Cada vez más países que han vendido, muchas veces malvendido, sus empresas públicas al sector privado internacional se han convertido de hecho en propiedad de los grandes grupos multinacionales, que actualmente dominan sectores enteros de la economía del sur, sirviéndose de los Estados nacionales para ejercer presión en los foros internacionales y obtener así las decisiones políticas más favorables a su dominación global.

Los fondos privados de los mercados financieros tienen ahora en sus manos el destino de muchas empresas nacionales y la soberanía de numerosas naciones. También, en cierta medida, la suerte o el destino económico del mundo.

Los mercados financieros pueden dictar sus leyes a las empresas y a los Estados. En esta nueva situación política y económica, el financiero se impone al empresario, lo global a lo nacional y los mercados al Estado.

En una economía globalizada ni el capital, ni el trabajo, ni las materias primas constituyen en sí mismos el factor económico determinante, sino que lo importante es la relación óptima entre esos tres factores.

La globalización constituye una inmensa ruptura económica, política y cultural; somete a las empresas y a los ciudadanos a un dictado único: «adaptarse», abdicar de su voluntad para obedecer al mandato anónimo de los mercados financieros. La globalización, tal como se desarrolla actualmente, es el economicismo llevado hasta el último extremo, cuya fuerza motriz es la competencia exclusiva que Helmut Maucher formula así: «Tanto para un individuo, como para una empresa o un país, lo importante para sobrevivir en este mundo es ser más competitivo que el vecino».

¿Quiénes son, en este siglo que comienza, los «nuevos poderes», los nuevos amos del mundo? No constituyen una especie de estado mayor clandestino conspirando en las sombras para controlar al mundo. Se trata más bien de fuerzas que se mueven a su antojo y obedecen consignas precisas, cuyo slogan absoluto podría ser: «todo el poder a los mercados».

En general los gobiernos se someten a las consignas de política económica definidas por organismos mundiales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial o la Organización Mundial de Comercio, que ejercen una verdadera dictadura sobre la política de los Estados.

Los responsables políticos han permitido la transferencia de decisiones fundamentales, en materia de inversiones, empleo, salud, educación, cultura, protección del medio ambiente..., desde el ámbito público nacional hacia el ámbito privado internacional. Por esta razón, actualmente más de la mitad de las doscientas primeras economías del mundo no pertenecen a países, sino a empresas privadas. La cifra de negocios global de las doscientas principales empresas del planeta, representa más de un cuarto de la actividad económica mundial. Sin embargo, esas doscientas firmas emplean menos del 0,75% de la mano de obra del planeta.

Mediante las fusiones se multiplica el número de firmas gigantes, cuyo peso es a veces superior al de los Estados. La cifra de negocios de General Motors es superior al Producto Interior Bruto de Dinamarca; la de Exxon-Mobil supera el de Austria. Cada una de las 100 multinacionales más importantes vende más de lo que exporta cada uno de los 120 países más pobres del planeta. Y las 23 multinacionales más poderosas venden más de lo que exportan algunos gigantes del sur del planeta, como la India, el Brasil, Indonesia o México. Esas grandes firmas controlan el 70% del comercio mundial y amenazan con asfixiar o absorber a millares de pequeñas y medianas empresas en el mundo.

Los dirigentes de las multinacionales y de los grandes grupos financieros y mediáticos mundiales detentan la realidad del poder y, a través de sus poderosos grupos de presión, se imponen sobre las decisiones políticas, confiscando en su beneficio la economía y la democracia.

Actualmente, las estructuras sociales, políticas y económicas de los países en desarrollo han sido barridas. El Estado se desploma día a día en todas partes. Se desarrollan zonas donde no existe el derecho y surgen entidades caóticas ingobernables al margen de toda legalidad que conducen a un estado de barbarie en el que sólo las mafias imponen su ley. Y aparecen nuevos problemas sociales: crimen organizado, delincuencia explosiva, inseguridad generalizada, redes mafiosas, fanatismos étnicos o religiosos, corrupción masiva, etc.

La abundancia de bienes y el progreso de la técnica alcanzan niveles sin precedentes en los países ricos y desarrollados, pero en los países en desarrollo el número de los que no tienen techo, ni trabajo, ni medicamentos, ni lo suficiente para alimentarse, aumenta sin cesar. De los 4.500 millones de personas que viven en los países en desarrollo, más de un tercio (1.500 millones) no tiene acceso al agua potable… El 20% de los niños no ingiere las calorías o proteínas suficientes y alrededor de 2.000 millones de personas, un tercio de la humanidad sufre de anemia.

2.2. La globalización de la pobreza

La globalización viene acompañada de un impresionante proceso de destrucción. Desaparecen industrias enteras en todas las regiones, con los sufrimientos sociales que eso comporta: feroz explotación de hombres, mujeres y, más escandaloso aún, de niños: 300 millones de niños son explotados en el mundo, en condiciones de brutalidad sin precedentes.

La globalización comporta también devastación ecológica. Las grandes firmas utilizan el medio ambiente valiéndose de medios desmesurados; se aprovechan sin frenos ni escrúpulos de riquezas naturales que representan el patrimonio común de la humanidad.

Esto se acompaña asimismo de una criminalidad financiera ligada a los negocios y a los grandes bancos, que reciclan sumas que superan el billón de dólares por año, es decir 20% de todo el comercio mundial y más que el Producto Nacional Bruto de un tercio de la humanidad.

La mercantilización generalizada de las palabras y las cosas, de los cuerpos y los espíritus, de la naturaleza y de la cultura, agrava las desigualdades. Las diferencias de ingreso a escala planetaria se ampliaron en proporciones sin precedentes en la historia. La relación entre el país más rico y el más pobre era de alrededor de 3 a 1 en 1816, cuando Argentina se declaró independiente. En 1950 era de 35 a 1; de 44 a 1 en 1973; de 72 a 1 en 1992 y de 82 a 1 en 1995.

A escala planetaria, uno de cada dos niños sufre de malnutrición. Más de 3.000 millones de personas, la mitad de la humanidad, viven con menos de 2 dólares por día… «Viven» es una manera de decir, porque con dos dólares por día deben comer, alojarse, curarse, vestirse,... En América Latina, la pobreza alcanzaba en 1980 al 35% de los hogares; en 1990, al 45%. O sea que pasó de 135 a 200 millones de personas. En 1998, más de 50 millones de personas, que antes pertenecían a las clases medias, habían pasado a la clase de «nuevos pobres».

La desigualdad aumenta entre países ricos y pobres, en materia de acceso a medicamentos y de investigación para el tratamiento de enfermedades prácticamente ausentes en los países desarrollados. Aunque el mundo ha progresado mucho en materia de una mejor salud para todos, esos avances están produciendo el peor de los escándalos: la gravísima desigualdad en el acceso a la salud. La señora Brundtland, directora general de la Organización Mundial de la Salud, constata que «más de 1.000 millones de personas abordan el siglo XXI sin haber gozado de la revolución sanitaria: sus vidas siguen siendo breves y marcadas por la enfermedad».

El número de personas que viven en la pobreza es más grande que nunca, y la distancia en términos relativos entre los países desarrollados y en desarrollo nunca fue más importante. La fosa que separa el Norte del Sur es hoy tan grande, que resulta difícil imaginar cómo podría desaparecer.

El desastre económico pone en cuestión el progreso de las libertades civiles en muchos países en desarrollo. La pobreza disminuye el sentido de la democracia, lograda durante los últimos veinte años por más de cien países, la mayoría de ellos situados en el sur.

La comunidad mundial de abonados a Internet conoce un crecimiento exponencial y representa actualmente el 26% de la población de Estados Unidos, pero menos del 1% del conjunto de los países en desarrollo. Se considera que el número de utilizadores de Internet, estimado en 142 millones en 1998, debería ser de 500 millones en 2003. La gran batalla del porvenir será entre empresas estadounidenses, europeas y japonesas por controlar las redes. Los países en desarrollo y sus empresas, salvo alguna excepción, están por completo al margen de esta nueva fuente de riquezas y apenas recogerán unas migas del comercio electrónico.

Pero en la época de la globalización, incluso los países ricos no garantizan un nivel de desarrollo humano satisfactorio a todos sus habitantes. Sectores enteros de la sociedad quedan al margen de la aparente prosperidad económica. En Estados Unidos, el 16% de la población, o sea una persona de cada seis sufre de exclusión social. El número de niños sin cobertura médica satisfactoria llega el 37%. En Tejas, el Estado de George Bush, llega al 46%. En la primera potencia económica del mundo, 32 millones de personas tienen una esperanza de vida inferior a los 60 años; 44 millones están privadas de toda asistencia médica; 46 millones viven por debajo de los niveles de pobreza y hay 52 millones de iletrados. En el Reino Unido, un cuarto de los niños vive por debajo de los niveles de pobreza: más de la mitad de las mujeres trabaja en condiciones precarias y, en el plano de la asistencia médica, Gran Bretaña está en la última posición en la Unión Europea, después de Grecia, Portugal e Irlanda…

Por todas partes la regla es la pobreza y el confort la excepción. La desigualdad creciente es una de las características estructurales de la globalización. Recientes estimaciones de Naciones Unidas señalan que en 1999 la fortuna acumulada por las 200 personas más ricas del mundo representa más de un billón de dólares. Existen individuos más ricos que los Estados: el patrimonio de las 15 personas más ricas supera el Producto Interior Bruto del conjunto del África subsahariana. La riqueza de las tres personas más ricas del mundo es superior a la suma del Producto Nacional Bruto de todos los países menos desarrollados, o sea 600 millones de personas.

En conclusión, la globalización construye sociedades duales: de un lado un grupo de privilegiados y, del otro, una inmensa masa de hambrientos, desempleados y marginados. Los años noventa tienen un nombre: son los años de la globalización de la pobreza y la exclusión social, ya que el crecimiento de la miseria y la inexistencia de toda esperanza de salir de ella favorece el aumento de la violencia en los países en desarrollo. En algunos de ellos la violencia ha adquirido la dimensión de una verdadera guerra. En Brasil, por ejemplo, alrededor de 600.000 personas han muerto asesinadas en los últimos 20 años. En países como Japón o Francia, el número de personas asesinadas es, respectivamente, de 2 y 3 por cada 100.000 personas. En Brasil es de 58 y en Colombia de 78 personas asesinadas por cada 100.000. En ciertas ciudades esa proporción es aún más trágica: en Cali es de 88, y en ciertos barrios de San Pablo de 102.

Y la tendencia es al agravamiento. En 1988 fueron asesinadas en Brasil 21.000 personas. En 1999, 42.000, o sea el doble. Esto sin contar los robos, las agresiones, violaciones y secuestros. Alrededor de 2.500 personas son secuestradas anualmente en Colombia; cientos en Brasil, México, Guatemala… En ciertas ciudades de América Latina, más del 50% de las personas interrogadas declaran que ya no salen de su casa por la noche, lo que comporta un desastre económico para muchos comercios y empresas.

Hay que tomar medidas distributivas, destinadas a facilitar el acceso de los pobres a la renta, y poner en práctica políticas que estimulen la participación de todos en la vida social y económica. Lo verdaderamente importante sería reducir el peso de la deuda externa y liberar esos recursos para la inversión productiva y el gasto social. El pago de la deuda es, en algunos países, la mayor partida del gasto gubernamental, llegando a consumir hasta el 30% y el 40% del mismo.

En el plano internacional se requiere ante todo un entorno de estabilidad que favorezca el crecimiento económico, limite los flujos especulativos y elimine la volatilidad financiera asociada a la globalización. Sólo así conseguiremos humanizar la globalización y hacerla compatible con una concepción elevada de la democracia y de la dignidad humana.

3. Neoliberalismo y pensamiento único

La globalización se ha convertido en un estadio superior del sistema capitalista. Es el nombre que recibe la segunda revolución capitalista que hoy vivimos a nivel planetario. Políticamente, el sistema de gobierno que mejor se adecua a los fines de la globalización, es el llamado Estado Neoliberal , que no es otra cosa que la implantación de políticas tendentes a llevar a buen término las expansiones del capital y la ley de la oferta y la demanda a su más alta expresión.

El trasfondo de esta ideología política es evitar y, en su caso, eliminar los obstáculos que pueden presentarse ante el fenómeno económico mundial. La nueva consigna consiste en hacer que pase y hacer que dejen que pase cualquiera actividad económica que sea rentable y competitiva. Dentro de sus estrategias, se encuentra la minimización del Estado, que debe de mantenerse al margen de los procesos productivos y de la prestación de servicios, pasando toda la actividad productiva a manos privadas.

El neoliberalismo es defensor a ultranza de la tesis de un Estado no intervencionista , lo que significa que todo (bienes, servicios, trabajo, capital) tiene que estar en manos privadas. Esto supone la quiebra del Estado del bienestar, del Estado benefactor que, sabiendo que el mercado genera grandes desigualdades y no garantiza el cumplimiento de los derechos sociales, económicos y culturales de todos los ciudadanos, se convierte en un Estado interventor en los procesos económicos y en la prestación de bienes y servicios con el fin de garantizar el principio de igualdad y asegurar a toda la población la prestación de servicios básicos fundamentales.

Para el neoliberalismo el mercado lo es todo , con lo que hoy se está produciendo un fenómeno curioso, aparentemente contradictorio: el liberalismo libertario . La ideología neoliberal está haciendo realidad el sueño de los libertarios que propugnaban la desaparición del Estado, porque, efectivamente, el mercado está destruyendo el Estado.

En la práctica se trata de la instauración de un nuevo darwinismo social que implica la lucha de todos contra todos, pero donde, como es obvio, vencerá el más fuerte y el más fuerte, sin duda, en la sociedad capitalista es el que detenta el poder económico y, por ende, también el político. El nuevo orden económico se constituye en una máquina infernal cuyo fundamento último es la institucionalización de la violencia estructural del hambre, la desigualdad, el desempleo, la precariedad, la amenaza de suspensión, etc.

El discurso neoliberal no es un discurso cualquiera, es un discurso fuerte, tan fuerte y tan difícil de combatir precisamente porque tiene a su disposición todas las fuerzas de un complejo mundo de relaciones políticas y económicas.

En nombre de este programa político de acción se está llevando a cabo una destrucción metódica diversos colectivos. El movimiento hacia un mercado puro y perfecto se logra a través de la acción transformadora de todas las estructuras colectivas capaces de obstaculizar la lógica de esta conquista: el Estado-nación , cuyo margen de maniobra es cada vez más limitado; los grupos de trabajo , con la individualización de los salarios y la atomización de los trabajadores; los colectivos de defensa de los derechos de los trabajadores (sindicatos, asociaciones, cooperativas..); y la familia que, a través de la constitución de mercados por edades, pierde una parte de su control sobre el consumo. El programa neoliberal tiende globalmente a favorecer la ruptura entre la economía y las realidades sociales.

Por último, junto al liberalismo, o por mor de éste, ha aparecido otra ideología también perversa y siniestra: el pensamiento único.

En las democracias actuales, cada vez son más los ciudadanos que se sienten atrapados, empapados en una especie de doctrina viscosa que, insensiblemente, envuelve cualquier razonamiento rebelde, lo inhibe, lo perturba, lo paraliza y acaba por ahogarlo. Esa doctrina es el pensamiento único, el único autorizado por una invisible y omnipresente policía de opinión”. Así se expresaba I. Ramonet, en 1995, en el artículo publicado en Le Monde Diplomatique en el que acuñó la noción de “pensamiento único” para designar el “nuevo evangelio... que traduce, en términos ideológicos con pretensiones universales, los intereses económicos del capital internacional”.

El pensamiento único, o pensamiento cero como lo ha llamado Saramago, asume de manera acrítica y generalizada las ideas al uso del sistema político y económico correspondiente a una sociedad globalizada. Sus fuentes principales de alimentación son las grandes instituciones económicas -BM, FMI, OCDE, FEM, GATT, OMC,...- que ponen al servicio de sus ideas numerosos centros de investigación, universidades, medios de información y otras instituciones que, una vez financiadas, contribuyen a difundir el nuevo evangelio.

Este discurso pretendidamente anónimo es reproducido por los principales órganos de información económica como The Wall Street Journal, Financial Times, The Economist, Agencia Reuters, etc. Y todos –universitarios, economistas, ensayistas, periodistas, políticos y ciudadanos en general- vamos asimilando los principales mandamientos de este nuevo catecismo que los grandes medios de comunicación de masas repiten hasta la saciedad, ya que en nuestras sociedades mediáticas repetir equivale a demostrar.

Los principios-clave del pensamiento único y del neoliberalismo se pueden resumir en los siguientes:

-Lo económico prevalece sobre lo político. La economía se coloca en el puesto de mando de la sociedad, desde luego una economía liberada de toda carga social.

-El mercado aparece como el nuevo ídolo cuya mano invisible

corrige las asperezas y disfunciones del capitalismo.

-La competencia y la competitividad que “estimulan y dinamizan las empresas empujándolas a la modernización permanente”.

-El Librecambio sin límites que se convierte en el motor del desarrollo ininterrumpido del comercio y, por ende, de la sociedad.

-La mundialización tanto de la producción industrial como de los flujos financieros.

-La división internacional del trabajo que modera las reivindicaciones sindicales y reduce los costes salariales

-La moneda fuerte que actúa como factor de estabilización económica.

- La minimización del Estado, la privatización, la liberalización, etc.

4. El movimiento antiglobalización: “Otro mundo es posible

4.1. ¿Qué es y qué pretende el movimiento antiglobalización?

El Movimiento de Resistencia Global es una corriente de protesta mundial que aúna a decenas de grupos de diferentes países que tienen en común su rechazo del capitalismo y del modelo ideológico neoliberal. Se dan cita en él colectivos diferentes como sindicatos, asociaciones, intelectuales de izquierda, ecologistas, indigenistas o grupos desfavorecidos que acusan al sistema económico de inmoral e injusto.
Los diferentes grupos antimundialización llevan más de una década trabajando en cuestiones relacionadas con los problemas causados por la globalización de la economía mundial. Son numerosas las campañas que han organizado para la condonación de la deuda externa de los países pobres, o en contra de las estrategias políticas y económicas, especialmente, del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
A pesar de tener una trayectoria de pocos años de trabajo, los antiglobalistas han acaparado espacio en los medios de comunicación y atención desde las instancias internacionales a raíz de la presencia de sus simpatizantes en actos paralelos a las grandes reuniones económicas y políticas internacionales. La protesta de Seattle , que consiguió abortar la reunión de la OMC, supuso un punto de inflexión en la historia del movimiento. La presencia de más de 50,000 manifestantes fue reproducida por los medios de comunicación de todo el mundo, ya que consiguieron abortar la reunión de la Organización Mundial del Comercio. Los enfrentamientos que allí tuvieron lugar dieron una imagen de violencia muy alejada de los verdaderos objetivos de los organizadores. Los disturbios se saldaron con 500 detenidos y más de dos millones de dólares en daños materiales.
El éxito del Foro social de Porto Alegre (2001), en Brasil, celebrado en paralelo al Foro Económico Mundial de Davos , (Suiza) supuso otro gran momento histórico. Más recientemente, la cancelación de la conferencia que el Banco Mundial tenía previsto llevar a cabo en Barcelona no dejan duda sobre la fortaleza del movimiento de resistencia.
Muchas de las manifestaciones de los grupos acaban en altercados violentos, con la intervención de la policía y la detención de personas. Sin embargo, los representantes del movimiento insisten en que los protagonistas de la violencia poco o nada tienen que ver con ellos. Los altercados violentos y los enfrentamientos con la policía son protagonizados por una minoría, partidaria de la violencia callejera que forman el llamado “ bloque negro ”. En la misma línea aseguran que criminalizar al movimiento no es más que una forma de desprestigiar y acallar una voz que molesta y pone en peligro intereses económicos establecidos.

Los activistas antiglobalización exigen una sociedad más justa, el control del poder ilimitado de las multinacionales, la democratización de las instituciones económicas mundiales y la distribución más equitativa de la riqueza. Sus enemigos principales son las multinacionales y las grandes organizaciones económicas y políticas internacionales, fundamentalmente el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Grupo de los ocho (G-8), porque son responsables de la asfixiante situación en la que se encuentran los países pobres, incapaces de afrontar la deuda contraída que en muchos casos supera su Producto Interior Bruto. La condonación de la deuda externa es una de las exigencias de este movimiento y las campañas sobre este tema han sido su simiente.

Las multinacionales como Macdonald’s o Nike son blanco de los grupos antiglobalización, que tildan de inmorales sus prácticas, especialmente la explotación de trabajadores del Tercer Mundo, en su mayoría mujeres y niños. La destrucción de los símbolos o propiedades de estas empresas se ha convertido en bandera de los sectores más radicales.

Este movimiento de movimientos , como algunos lo han denominado, se está convirtiendo en sujeto político de los marginados con capacidad para intervenir en la contradicción principal de la sociedad actual: la globalización, que concentra el poder económico, político y social en muy pocas manos, margina a los pueblos y a los Estados y crea enormes masas de hambrientos y desamparados. La globalización hace cada día más ricos a los más ricos y más pobres a los pobres.

Según Manuel Monereo, el movimiento antiglobalización tiene unas características muy marcadas, que se pueden resumir en las siguientes:

1. Tiene un carácter constituyente, porque funda un sujeto político nuevo en torno a una problemática político-social de ámbito internacional.

2. Es un movimiento plural, porque está constituido por una gran diversidad de corrientes sociales y culturales que le dan identidad y sin las cuales tendría sentido.

3. Es un movimiento democrático con capacidad de autoorganización, que pretende gobernarse a sí mismo, dotándose de normas y modos de organización que lo hagan efectivo.

4. Tiene unos modos propios de intervenir y de hacer política, que propician la participación directa, la acción de masas y la autonomía con relación a las instituciones políticas dominantes.

5. Es un movimiento con una elevada autonomía frente a los poderes dominantes y a la izquierda en sus diferentes versiones, que elabora y defiende proyectos alternativos que configuran ya, en muchos sentidos, un programa común a escala internacional.

El movimiento antiglobalización es hoy una realidad y para infinidad de gentes una gran esperanza. Un sujeto político internacional capaz de representar y organizar a los de abajo e intervenir política y socialmente en la contradicción básica de nuestra época. De su fortaleza, de su capacidad de organización y de su propuesta va a depender que realmente otro mundo sea posible” ( M. Monereo).

4.2. Cronología de la resistencia global solidaria

Noviembre 1999, Seattle. 50.000 personas consiguieron abortar la cumbre de la Organización Mundial del Comercio en la ciudad americana. El fracaso de la cumbre supone un punto de inflexión del movimiento.
Febrero 2000, Bangkok. Coincidiendo con la décima asamblea de desarrollo y comercio de las Naciones Unidas, un centenar de ONG se trasladaron a Bangkok para protestar sobre la política de desarrollo llevada de la ONU.
Abril 2000, Washington. Unos 30.000 activistas fueron contenidos por 10,000 policías cuando intentaban sabotear una reunión del Banco Mundial y el Foro Monetario Internacional en la capital americana.
Septiembre 2000, Praga. 10.000 personas se trasladaron a Praga desde diferentes puntos del continente europeo y del exterior para manifestarse en contra del Banco Mundial aprovechando la reunión de la institución. El día 23 se organizó un encuentro entre representantes del movimiento y gestores de las instituciones monetarias que fue dirigido por el presidente checo Vaclav Havel.
Enero 2001, Porto Alegre. Mientras los líderes mundiales se reunían en Davos (Suiza) en el Forum Económico Mundial, el movimiento antiglobalización celebraba un Foro Social paralelo en la ciudad brasileña de Porto Alegre. En el foro social participaron casi un millar de ONG de todo el mundo y ha sido reconocido como un gran éxito.
Junio 2001, Gottemburgo. Los líderes europeos tuvieron que afrontar movilizaciones que una minoría de los allí presentes tornaron en violentas. La policía sueca, sin experiencia en estos casos, abrió fuego real hiriendo gravemente a varios manifestantes.
Junio 2001, Barcelona. La llamada a movilizaciones fue suficiente, con el precedente de Gottemburgo semanas antes, para que el Banco Mundial suspendiera su conferencia anual. La conferencia se llevó a cabo vía digital a través de Internet, lo que no impidió que se convocaran manifestaciones que acabaron en violencia a causa de los incidentes provocados por una minoría, y de la actuación policial. Una semana después, el movimiento antiglobalización celebró una manifestación pacífica en la misma ciudad, para protestar contra la violencia policial.

Julio 2001, Salzburgo. El Gobierno de Austria suspendió el Tratado de Schenge, que permite la libre circulación de ciudadanos en la Unión Europea, para intentar evitar la entrada masiva de manifestantes contra las jornadas del Foro Económico Mundial. Un millar de personas consiguió participar en las protestar, que acabaron en enfrentamientos con la policía.
Julio 2001, Génova. A finales de julio de 2001, el movimiento antiglobalización reunió en la ciudad italiana de Génova a más de 150.000 manifestantes. Lo que se presumía como una congregación pacífica, acabó con la muerte del joven de 23 años Carlo Giuliani y con Génova sumida en el caos de una batalla campal. Los violentos enfrentamientos entre grupos organizados de radicales y la policía italiana empañaron la mayor manifestación antiglobalización hasta la fecha. Los choques violentos entre grupos de manifestantes radicales y miembros de las fuerzas del orden que defienden la Zona roja, sede de la cumbre del G-8, como si fuera una extraña fortaleza medieval del siglo XXI, ensombrecieron el encuentro, que se saldó con más de 200 heridos, varios periodistas contusionados y más de 50 detenidos.

Febrero 2002, Porto Alegre. Entre los días 1 al 5 febrero tuvo lugar la segunda reunión del Foro Social en Porto Alegre (Brasil), en el cual participaron cerca de 70.000 personas, incluyendo a más de 15.000 delegados de casi 5.000 organizaciones. Los delegados procedían de 150 países y participaron en 28 conferencias, 100 seminarios y 700 talleres. Más de 3.000 periodistas cubrieron la información de este fenómeno social. El Foro Social de Porto Alegre demostró que el movimiento antiglobalización está vivo y crece en número y en organización.

Marzo 2002, Barcelona. Con motivo de la cumbre el Consejo de la Unión Europea durante los días 15 y 16 de marzo, el gobierno del PP suspendió desde el 9 al 17 de ese mes la aplicación de los acuerdos de Schengen sobre la libre circulación de personas de los países firmantes y estableció controles en los puestos fronterizos. Unas 250.000 personas, según estimaciones del Ayuntamiento de Barcelona, y 500.000 según los organizadores, se manifiestan, en la tarde del día 16, por el centro de la ciudad, bajo el lema “Contra la Europa del capital y la guerra. Otro mundo es posible”.

Junio 2002, Sevilla. Cumbre del Consejo de la Unión Europea durante los días 21 y 22 de junio. Desde el comienzo del mes, la ciudad está literalmente tomada por las fuerzas de orden público. Se impide, mediante vallas, el acceso a determinadas zonas céntricas de la ciudad y las próximas al palacio de exposiciones y congresos, lugar de celebración de la cumbre. Existen unas especiales expectativas, porque las centrales sindicales CC.OO y UGT han convocado huelga general en España para el día 20 de junio. En este marco de expectación, tiene lugar una de las manifestaciones más grandes que ha vivido Sevilla, con una participación de entre 200.000 y 250.000 de personas aunque fuentes interesadas del gobierno cifraron en 20.000 las personas participantes. El 22 de junio, con un calor asfixiante, los manifestantes recorrieron las calles de Sevilla desde Santa Justa hasta la Barqueta, bajo los lemas: “Contra la Europa del capital y la Guerra. Globalicemos la resistencia. Otro mundo es posible” y “Ninguna persona es ilegal”.

4.3.- Manifiesto del II Foro Social Mundial de Porto Alegre

Resistencia contra el neoliberalismo, el militarismo y la guerra. Por la paz y la justicia social

1. Ante el continuo empeoramiento de las condiciones de vida de los pueblos, nosotros, los movimientos sociales de todo el mundo, decenas de miles de personas, nos hemos reunido en el Segundo Foro Social Mundial en Porto Alegre. Aquí estamos en gran número, a pesar de los intentos de romper nuestra solidaridad. Nos hemos reunido de nuevo para continuar nuestra lucha contra el neoliberalismo y la guerra, ratificando los acuerdos del Foro anterior y reafirmando que "otro mundo es posible".

2.Somos diversos -mujeres y hombres, jóvenes y adultos, campesinos-campesinas, pescadores-pescadoras, pobladores de la ciudad, trabajadores y trabajadoras, desempleados y desempleadas, estudiantes, profesionales, migrantes, pueblos indígenas y gente de todas las creencias, colores y orientaciones sexuales. La diversidad es nuestra fuerza y su expresión es la base de nuestra unidad. Somos un movimiento de solidaridad global, unido en nuestra determinación para luchar contra la concentración de la riqueza, la proliferación de la pobreza y la desigualdad y la destrucción de nuestro planeta. Estamos construyendo un sistema alternativo y usamos caminos creativospara promoverlo. Estamos construyendo una alianza amplia a partir de nuestras luchas y la resistencias contra el sistema basado en el sexismo, el racismo y la violencia, que privilegia los intereses del capital y patriarcadosobre las necesidades y las aspiraciones de los pueblos.

3. Este sistema conlleva a un drama cotidiano, donde mujeres, niños y ancianos mueren por hambre, falta de atención médica y enfermedades prevenibles. Familias enteras son obligadas a abandonar sus hogares a consecuencia de guerras, de los impactos provocados por la imposición de modelos de desarrollo modernizadores, la pérdida de sus tierras agrícolas, los desastres ambientales, el desempleo, el debilitamiento de los servicios públicos y la destrucción de la solidaridad comunitaria. Tanto en el Sur como en el Norte luchas combativas y resistencias reivindican la dignidad de la vida.

4. Los acontecimientos del 11 de septiembre marcaron un cambio dramático. Después de los ataques terroristas, que condenamos completamente, así como condenamos los demás ataques sobre población civil en otras partes del mundo, el Gobierno de los Estados Unidos y sus aliados promovieron una respuesta militar masiva. En nombre de la “guerra contra el terrorismo”, se han vulnerado derechos civiles y políticos en todo el mundo. La guerra de Afganistán en la que se emplearon métodos terroristas, se está expandiendo a otros frentes. No es más que el inicio de una guerra global permanente que consolida la dominación del gobierno de los Estados Unidos y de sus aliados. Esta guerra revela la cara brutal e inaceptable del neoliberalismo. Se sataniza al Islam, al tiempo que se exacerba intencionadamente el racismo y la xenofobia. Y los medios de comunicación y la información que se vierte promueven un ambiente belicista, dividiendo al mundo en "buenos" y "malos". La oposición a la guerra es una parte constitutiva de nuestra lucha.

5. La situación de guerra continúa desestabilizando el Medio Oriente, dando pretextos para la represión contra el Pueblo Palestino. Movilizarse solidariamente con el pueblo de Palestina y sus luchas por la autodeterminación frente a la brutal ocupación promovida por el Estado israelí, es una de las tareas fundamentales del movimiento. Esto es vital para la seguridad colectiva de todos los pueblos en la región.

6. Otros hechos confirman también la urgencia de nuestra lucha. En Argentina, la crisis financiera y económica fruto de la política de ajuste estructural del FMI, y una deuda creciente han generado una crisis social y política. Esta crisis provocó protestas espontáneas entre las clases trabajadoras y medias (contestada con represión que provocó numerosas muertes), caídas de Gobiernos y nuevas alianzas entre diferentes grupos sociales. Con la fuerza de los “cacerolazos”, piquetes y movilizaciones populares, el pueblo exigió la satisfacción de sus demandas de trabajo y condiciones de vidas correctas.

Repudiamos la criminalizacion de los luchadores sociales en Argentina y los ataques a las libertades democráticas. Repudiamos el chantaje de las multinacionales, apoyadas por los gobiernos de los países ricos, que buscan mantener sus exorbitantes ganancias.

7. La quiebra de la transnacional Enron ejemplifica la bancarrota de la economía de casino y la corrupción de empresarios y políticos, dejando a los trabajadores y trabajadoras sin empleo ni pensiones. Esta transnacional operaba con empresas fantasmas y fraudulentas en los países en desarrollo y sus proyectos expulsaron a pueblos enteros de sus tierras y promovieron la privatización de la electricidad y del agua.

8. El gobierno de los Estados Unidos, en su afán de proteger los intereses de sus grandes empresas, se negó con arrogancia a respetar los acuerdos de Kyoto sobre calentamiento global, los Tratados Antimisiles y Antibalísticos, la Convención sobre la Biodiversidad, la Conferencia de la ONU contra el Racismo y la Intolerancia, la propuesta de reducir las armas pequeñas y otros tratados internacionales que demuestran una vez más que el unilateralismo de los Estados Unidos subvierte los esfuerzos de encontrar soluciones multilaterales a problemas globales.

9. En Génova, el G-8 falló completamente en su tarea autoasignada de un gobierno global. Ante la resistencia y la masiva movilización popular, se respondió con violencia y represión, denunciando como criminales a quienes se atrevieron a protestar. No obstante, no han logrado amedrentar a nuestro movimiento.

10. Y todo ello se da en un contexto de recesión mundial. El modelo económico neoliberal está destruyendo recientemente los derechos y condiciones de vida de los pueblos. Empleando cualquier método para proteger el valor de sus acciones, las transnacionales realizan despidos masivos, reducen salarios y cierran empresas, exprimiendo la última gota de sangre de las y los trabajadores. Los gobiernos enfrentados a la crisis económica responden con privatizaciones, recorte de gastos sociales y reducción de derechos laborales. Esta recesión muestra la mentira del neoliberalismo y sus promesas de crecimiento y prosperidad.

11. El movimiento global por la justicia social y solidaridad se enfrenta a enormes retos: su lucha por la paz y los derechos sociales implica superar la pobreza, la discriminación, la dominación y obliga trabajar por una sociedad sustentable.

Los movimientos sociales condenamos la militarización de la resolución de conflictos, la proliferación de guerras de baja intensidad, así como las operaciones militares planteadas en el Plan Colombia como parte de la iniciativa regional andina, el Plan Puebla Panamá, el tráfico de armas y el incremento de los gastos militares. Los bloqueos económicos contra pueblos y naciones, en particular contra Cuba pero también Irak y otros países y la creciente represión contra sindicatos, movimientos sociales y activistas.

Apoyamos la lucha sindical de las y los trabajadores formales e informales y a los sindicatos comprometidos en la lucha por la defensa de unas condiciones de dignas de trabajo y de vida, los derechos genuinos de organización, huelga, y el derecho a negociar contratos colectivos en los distintos niveles para lograr equidad en los sueldos y condiciones de trabajo entre mujeres y hombres. Rechazamos la esclavitud y la explotación de los niños. Apoyamos sus luchas en contra de la flexibilización, subcontratación y despidos, y demandamos nuevos derechos internacionales que regulen el empleo de las compañías transnacionales y sus empresas asociadas, en particular, el derecho de sindicalizarse y disponer de contratos colectivos de trabajo. Apoyamos también la lucha de los campesinos y movimientos sociales por los derechos a condiciones de vida correctas y el control de las selvas, tierras y agua.

12. La política neoliberal nos empuja a una mayor pobreza e inseguridad. Pobreza e inseguridad que genera tráfico y explotación de mujeres y niños, que condenamos enérgicamente y empuja millones de seres humanos a la emigración, viendo negadas su dignidad, libertad, derechos y legalidad, por lo que demandamos el derecho al libre movimiento, la integridad física y un status legal en los países de trabajo. Defendemos los derechos de los pueblos indígenas y el cumplimiento del Convenio 169 de la OIT y su inclusión en las leyes de los respectivos países, así como su aplicación.

13. Los países del Sur han pagado muchas veces su la deuda externa. Una deuda ilegítima, injusta y fraudulenta, que funciona como un instrumento de dominación privando a las personas de sus derechos humanos fundamentales y con la única meta de aumentar la usura internacional. Exigimos su cancelación incondicional, así como la reparación de las deudas históricas, sociales y ecológicas. Los países que exigen el pago de la deuda están implicados en la explotación de los recursos naturales y del conocimiento tradicional de los pueblos del Sur.

14. Agua, tierra, alimentos, bosques, semillas, culturas y las identidades de los pueblos son patrimonio de la humanidad para la presente y las futuras generaciones. En este sentido, es fundamental preservar la biodiversidad. Los pueblos tienen el derecho a alimentos sanos y permanentes sin organismos genéticamente modificados. La soberanía alimentaria en el ámbito nacional, regional y local es un derecho humano básico y lograrlo es clave una reforma agraria democrática y garantizar el acceso de las campesinas y campesinos a la tierra.

15. La cumbre de Doha confirmó la ilegitimidad de la OMC. La supuesta “Agenda de Desarrollo”, sólo defiende intereses transnacionales. Mediante una nueva Ronda de negociaciones, esta institución avanza en su objetivo de convertir todo en mercancía. Para nosotras y nosotros los alimentos, los servicios públicos, la agricultura, la salud, la educación y los genes no deben ser tratados como meras mercancías, y las patentes no deben ser utilizadas como arma contra los países pobres y los pueblos. Rechazamos cualquier tipo de comercio y patentes sobre la vida.

La OMC perpetúa esta agenda, a nivel planetario, mediante tratados de libre comercio regional y acuerdos sobre inversiones. Mediante la organización de protestas, amplias manifestaciones y plebiscitos contra el ALCA, los pueblos denunciamos estos acuerdos como una recolonización de la región y la destrucción de los derechos y valores fundamentales sociales, económicos, culturales y ambientales.

16. Llamamos a reforzar nuestra alianza mediante el impulso de movilizaciones y acciones comunes por la justicia social, el respeto de los derechos y libertades, la calidad de vida, la equidad, el respeto y la paz. Por ello, luchamos:

· Por el derecho a conocer y criticar las decisiones que tomen sus propios gobiernos, sobre todo, con relación a instituciones internacionales y porque asuman la responsabilidad que tienen de rendir cuentas frente a sus pueblos. Mientras que reforzamos la democracia electoral y participativa en todo el mundo, enfatizamos la necesidad de democratizar los estados y las sociedades y la lucha contra las dictaduras.

· Por la abolición de la deuda externa, exigiendo medidas reparadoras.

· Contra las actividades especulativas, exigiendo la creación de impuestos específicos, como la Tasa Tobin, sobre el capital especulativo y la supresión de los paraísos fiscales.

· Por el derecho humano a la comunicación.

· Por los derechos de las mujeres contra la violencia, la pobreza y la explotación.

· Contra la guerra y el militarismo, contra las bases militares extranjeras y las intervenciones, así como la escalada sistemática de la violencia. Privilegiamos el diálogo, la negociación y la resolución no violenta de los conflictos. Exigimos el derecho de todos los pueblos a una mediación internacional con la participación de instancias independientes de la sociedad civil.

· Por el derecho de las y los jóvenes para acceder a la autonomía social y su derecho a una educación pública y gratuita y la abolición del servicio militar obligatorio.

· Por la autodeterminación de los pueblos, y en especia l de los pueblos indígenas.

Apoyaremos e impulsaremos la realización de Foros Sociales Continentales en el año 2002. Sólo la lucha de los pueblos puede lograr conquistas concretas.

5. Diccionario de la globalización

La globalización y el movimiento antiglobalización han generado gran cantidad de términos y siglas. Este pequeño diccionario trata de explicar los más importantes.

AGP
. Acción Global de los Pueblos. Red de asociaciones de base creada en Ginebra en 1998 para coordinar la resistencia contra la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial, El Foro Económico Mundial, el Fondo Monetario Internacional, etc.

AMI. Acuerdo Multilateral de Inversiones negociado a partir de 1995 por los países de la OCDE para regular las operaciones de las empresas en el extranjero. El acuerdo no vio la luz debido a la intensa campaña internacional que se desarrolló en su contra a través de la Red y de los medios de comunicación.

ATTAC
. Asociación por la Tasación de las Transaciones Financieras para Ayuda a los Ciudadanos. Creada en Francia en 1998, se ha extendido a varios países. Reúne ciudadanos, asociaciones, sindicatos y medios de comunicación de masas que ejercen como grupo de presión para promover el control democrático del sistema financiero mundial.

Banco Mundial.
Organismo de financiación internacional creado en Bretton Woods en 1946. Sus proyectos en los países en desarrollo han sido muy criticados por los movimientos de Génova.

Deuda externa.
La abolición de la deuda externa de los países del sur es una de las principales reivindicaciones de los grupos antiglobalización. El Papa Juan Pablo II apoyó la campaña de abolición de la deuda en el Jubileo del año 2000.

Fondo Monetario Internacional.
Institución intergubernamental creada en 1946, la integran 183 países. Se encarga de supervisar y dirigir las políticas macroeconómicas del mundo. Sus planes de ajuste estructural para los países en desarrollo son muy criticados por el movimiento antiglobalización.

Foro Económico Mundial.
Es una institución privada con base en Ginebra, Suiza. Desde su fundación en 1971, funciona como un instrumento para el establecimiento de la política neoliberal y como un perfecto agente publicitario para todos sus miembros: las mil corporaciones más grandes del mundo y las mil “Empresas con Crecimiento Global”. Con su lema “comprometidos para mejorar el mundo”, aboga por la integración de China en el mercado mundial.

Foro Social de Génova.Cumbre alternativa a la reunión del G8 donde se debaten las posibles alternativas al capitalismo. El FSG ha pactado con la alcaldía de Génova que no se usará la violencia, excepto para la autodefensa.

G-8.
Grupo de los siete países más ricos del mundo (Estados Unidos, Japón, Francia, Reino Unido, Alemania, Canadá e Italia) más Rusia. Se reúnen anualmente para tratar temas de comercio internacional, relaciones con los países en vía de desarrollo y política macroeconómica, entre otros.

GATT
. Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio. Se trata de un conjunto de acuerdos entre países con objeto de liberalizar el comercio y la supresión aranceles que dieron lugar a la creación de la Organización Mundial del Comercio.

José Bové.
Ex combatiente francés de Mayo del 68, es la cabeza visible del sindicato agrario Confederación Campesina. La destrucción de plantaciones de cultivos transgénicos o de una sucursal de McDonald´s han sido algunas de sus acciones más espectaculares.

Kioto
. Convención de la ONU sobre cambio climático adoptada en 1997. Obliga a los países industrializados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 5,2% respecto a los niveles de 1990 para el año 2008.

MST
. Movimiento de los Sin Tierra, de Brasil. Reúne a un millón y medio de campesinos que, además de ocupar tierras, demandan al Gobierno la aplicación de la reforma agraria.

OMC
. Organización Mundial del Comercio. Fundada en 1995, la integran 135 países. Establece las leyes del comercio mundial. La OMC apuesta por la liberalización del comercio, es decir, la abolición de las barreras comerciales (aranceles, leyes nacionales proteccionistas, etcétera).

Otro Mundo es Posible.
Inicio del discurso presentado por Bernard Cassen, presidente de ATTAC, en Porto Alegre. Se ha convertido en la carta de presentación de los antiglobalización.

Porto Alegre.
Ciudad del sur de Brasil, gobernada por el Partido de los Trabajadores (PT), constituye un símbolo para las organizaciones de izquierdas de todo el mundo. La ciudad, que cuenta con un presupuesto participativo donde los ciudadanos deciden dónde debe invertir la alcaldía, acogió en enero el primer Foro Social Mundial como alternativa al Foro Económico Mundial de Davos que se celebró en Suiza al mismo tiempo. Asimismo en Porto Alegre tuvo lugar el segundo Foro Social Mundial, en febrero de 2002.

Ramonet.
Ignacio Ramonet (Pontevedra, 1943) es director de Le Monde Diplomatique, periódico de referencia mundial sobre política y relaciones internacionales. De gran influencia y responsabilidad, es conocido por ser fundador de ATTAC y uno de los promotores del Foro Social Mundial, ONG nacida en la ciudad brasileña de Porto Alegre en 2001, que tiene por objetivo la lucha contra la globalización, el neoliberalismo y todas sus consecuencias.

Renta básica.Es un ingreso pagado por el Estado a cada ciudadano incluso si no quiere trabajar de forma remunerada, sin tomar en consideración si es rico o pobre.

Seattle
. Ciudad de Estados Unidos de América. Un total de 500.000 personas se manifestaron en noviembre de 1999 en la cumbre de la Organización Mundial del Comercio en la ciudad estadounidense. 500 de ellos fueron detenidos. El fracaso de la llamada Ronda del Milenio es una referencia obligada del movimiento.

Susan George.
Autora de numerosos libros, vicepresidenta de ATTAC y directora del Instituto Transnacional de Amsterdam, que investiga los conflictos internacionales, la pobreza, la desigualdad y la marginación, entre otras cuestiones.

Tasa Tobin.
Impuesto ideado por el premio Nobel de Economía James Tobin. Gravaría las transacciones especulativas de capital. Según sus defensores, si se fijara en un 0,1% recaudaría 160.000 millones de dólares al año (32 billones de pesetas). Naciones Unidas afirma que con la mitad se cubrirían las necesidades del planeta por un periodo de un año.

Transgénicos
. Alimentos modificados genéticamente. Los grupos antiglobalización cuestionan la seguridad de estos alimentos para la salud y las técnicas de producción de los cultivos transgénicos controladas por compañías como Monsantos Novartis.

TRIPS
. Acuerdo de la OMC sobre derechos de propiedad intelectual y patentes de vida. Los grupos antiglobalización consideran este acuerdo como la vía para las compañías multinacionales de patentar los recursos naturales, y la medicina natural de los pueblos indígenas.

Vandana Shiva.
Ecologista, activista y escritora, fundó en India la asociación “Navdanya”, un movimiento que defiende la biodiversidad y los derechos de los campesinos indios.

Vía Campesina.
Organización que aglutina a más de 100 asociaciones agrarias de todo el mundo. Denuncian la distribución desigual de la tierra y el dominio de los recursos y del mercado agroalimentario por las compañías multinacionales.

 
 
 
 
  

 

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