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Hacia un pais de lectores...




-Una gran herramienta, la Lectura.

El reconocimiento y la interpretación de signos y símbolos es la esencia de los procesos mentales que transforman las figuras objetivas en representaciones internas, las cuales constantemente se están renovando o anulando, a modo de una especie de pulso infinito; las imágenes mentales sufren metamorfosis que se manifiestan en arquetípicas y paradigmáticas visiones que mueven al hombre en diversos modos de vida, la ideología esta conectada a la forma de vida y ésta a su vez está asociada a la ideología singular que posea un determinado agrupamiento de humanos, a la manera de feed-back. La lectura más allá de una definición que pueda ser lex o ley, es una herramienta que desde tiempos inmemoriales ha sido condición necesaria para la subsistencia y evolución del hombre -no hablo de la lectura de letras y números, eso es muy nuevo en la espiral evolutiva-, que cada vez es más sofisticada puesto que la creación de artefactos propios, como es la investigación de la naturaleza y la sistematización de sus leyes a través de datos clasificados, configura un mundo donde el proceso de lectura ha alcanzado un grado de metabolismo único, caracterizado por la aceleración en la transmisión de información basada en un complejo producto de creaciones técnicas, en que el sentido del espacio se ha estado reduciendo cada vez más y el orden perceptivo visual se consolidó de forma sin precedente, de modo que ocupa la cúspide el ojo-visión en la evolución de la jerarquía de los sentidos.

Cuando el hombre trazó una raya o línea sobre un medio: el suelo, la piedra en las cavernas o sobre los troncos de árboles, se operó una profunda revolución, pues la creación del recurso de registrar figuras sobre un medio donde se traducía visualmente a través de la actividad manual las voces sin sonido provenientes del interior del hombre, una vez registrados se transformó en pensamiento formal. Esta invención mudó de formas: de la plástica de las formas escritas a la escritura figurativa y la escritura con símbolos conocidos como letras, que de algún modo logró registrar, aunque no perfectamente, los mapas mentales de los hombres en el tejido del pensamiento a través del tiempo. Descartes le ha llamado "el mapa de la razón" y así encontramos muchos intérpretes de la expresión plástica del pensamiento manifestada en la escritura y desde luego de esta actividad comunicativa fundamental que es la lectura. Las vías de entrada de la información a nuestro ser son los sentidos, ya sea por la piel, por la nariz, el gusto y lo auditivo; aquí el medio es el sonido y concretamente la fonética, y por el ojo que es totalmente la figura. Los sentidos nos arrojan datos y nuestro ser los clasifica, configurando un orden capaz de traslucirse en representaciones mentales susceptibles de registrarse en la memoria. Es el proceso complejo de combinaciones de recepción, transmisión y retransmisión de información. La educación es transmisión de información, los medios entre otros son la fonética y la escritura, la recepción es a través de la lectura de imágenes auditivas e imágenes visuales. John Locke certifica que nuestro sistema de entendimiento es el empirismo basado en la experiencia acumulativa. David Hume por su parte, sostiene que es la experimentación y comprobación progresiva. La transducción en el proceso educativo. Sería temerario abarcar todo el drama educativo en el transcurso de estas palabras, sobre la conexión con los sentidos y los medios del hombre como es la fonética, la escritura y la lectura, sin embargo, espero que estas líneas generales nos permitan acercarnos al camino hacia la formación de lectores.

-La importancia de la formación de Lectores.

En principio e intuitivamente o por el sentido común, todos hemos considerado benéfico que exista una población que posea una tradición lectora y de ser posible de grandes magnitudes. Es el deseo puro de cualquier persona sobre todo de los que tienen responsabilidades político-administrativas para el progreso educativo de una nación. Sin embargo en nuestro país nos encontramos ante la contundencia de los bajos índices de lectores constantes ubicados fuera del contexto del analfabetismo funcional, suscitándose las más ingeniosas explicaciones acerca de las causas de este fenómeno poco atractivo y sobre todo si se compara con los altos índices de hábito a la lectura en países “avanzados”, conduce a especulaciones impresionantes que de algún modo provoca parálisis en la visión del futuro reservado para los mexicanos, que se antoja sombrío y no luminosamente radiante. Si uno sabe con precisión qué cosa es lo que busca, el camino hacia la república de lectores queda más delimitado. ¿Qué buscamos? Buscamos facilitar a toda la población el acceso a la tecnología mental. ¿Qué es eso de tecnología mental? Es la sistematización de ideas certificadas por un método organizativo, cuya fuente es precisamente resultado de la experiencia que arroja el protocolo de la forma de ordenar ideas para que sean comprendidas y desarrolladas por los semejantes de quien escribe sus pensamientos, ya sea de la clase de las ciencias formales como de la construcción ficticia o póyesis de la estética de lo que solemos llamar mundo.
Todos estos textos escritos en medios impresos o electrónicos, inducen a obtener un canon metódico que dirige los pasos mentales individuales hacia una sintaxis colectiva, que favorece la coordinación de las personas que componen la agrupación rumbo a metas que permitan niveles de vida envidiables. En una discusión entre Ivan Ilich y Arthur Petrovsky, este último señala su postura en contra de la desescolarización promovida por el primero.“¿Cómo es posible que no comprendamos que el tratamiento de la gran cantidad de información diversificada en la sociedad contemporánea presume precisamente el dominio de conocimientos, capacidades y destrezas sistematizadas?” Sobre la utilidad de la tecnología, me permito formular cuestionamientos como: ¿para qué sirve esta tecnología mental? Propicia en las personas su encumbramiento en una sociedad de bienestar y felicidad, aunque el término felicidad es relativo y discutible, por lo menos la tecnología mental no necesariamente es causa directa de una vida desgraciada y triste, puesto que hace la vida más cómoda, hedonista, en constante renovación. Cuba tiene gran porcentaje de lectores y su bienestar material no es comparable con el de Italia o Argentina; con muchas facilidades por parte de la comunidad internacional y con índices elevados de lectores, no necesariamente disfruta de la abundancia material, al menos hasta el año 2003. Alguien con mucha inteligencia e ironía puede decir que si la persona tiene tendencias negativas, por más libros que lea nunca se modificarán esos malos hábitos; la lectura no es necesariamente generadora de buenos hábitos debido a que estos se adquieren en la familia a temprana edad y con presencia de un Estado fuertemente organizado, siendo esta la solución para los buenos hábitos. Ni el hábito de la lectura ni otros factores secundarios modificarán las conductas ya marcadas. Charles Chaplin, en su definición de la naturaleza del hombre, acotaba que no hay hombres ni mujeres malos y buenos, sino sólo existen hombres y mujeres con pasiones que los hacen experimentar sus tendencias de accionar la vida. Demos paso a la reflexión sobre la relación de la tecnología mental adquirida a través de la lectura, a todos los interesados.

-La economía y la Lectura

El Producto Interno Bruto (PIB) de una nación esta delimitado como: “Valor de los bienes y servicios producidos en el territorio de un país en un período determinado, libre de duplicaciones. Se puede obtener mediante la diferencia entre el valor bruto de la producción y los bienes y servicios consumidos durante el proceso productivo a precios de comprador (consumo intermedio)” (INEGI) ¿Los niveles de lectura no tienen su fracción dentro de la riqueza nacional?, ¿Acaso sólo es un asunto de ociosos quienes desarrollan esta actividad?, ¿No tiene que ver la lectura con las innovaciones tecnológicas y esquemas de equilibrio social?, ¿Es un servicio o es una actividad extraeconómica?, ¿Es sólo un asunto religioso individualista que no tiene que ver con el beneficio social? Quizá para algunos criterios estas interrogantes están más próximas a ser sólo disparates, si es que no lo son, de una mentalidad aberrante que por capricho intenta incrustar en los criterios económicos esta actividad tan noble, respetable y sublime que es la lectura. La lectura tiene su valor, si no cómo explicamos que positivamente hablando se intente destinar por lo menos en ilusión, el 8 % del PIB a la educación, esfera cultural que está basada en gran medida en la actividad lectora de los beneficiarios directos. La educación se ubica dentro del sector servicios, claro que la lectura tiene su lugar entre las múltiples actividades de este sector. En la educación cobra sentido el hábito a la lectura prácticamente obligatoria. Sin duda la lectura es un valor no axiológico que genera beneficios. Reflexionando sobre las potencias lectoras de diversos países Armando Petrucci señala: “Los préstamos de libros en bibliotecas públicas proporcionan datos análogos. Según el cómputo de 1980, Estados Unidos está a la cabeza con 986 millones de volúmenes, seguido por la URSS con 665 millones y por Gran Bretaña con 637; lo que quiere decir que, dado el porcentaje de población, éste último es el país en que la circulación de libros por la vía del préstamo es la más alta del mundo. Le siguen Francia con 89 millones, Dinamarca con 79 y Suecia con 77; pero para estos dos últimos países valen las mismas consideraciones que hemos planteado para Gran Bretaña”Situación bastante significativa, considerando que el grupo de países mencionados se encuentra entre los más desarrollados del planeta. En nuestro país la existencia de un 90 por ciento de analfabetismo funcional, seguramente tiene que ver con el estado económico de la nación y su PIB; no tiremos al bote de la basura estas reflexiones que en algo pueden contribuir para marcar nuestras estrategias en la formación de lectores.

-El programa nacional Hacia un País de Lectores

Cuando se habla de gobierno es usual que se remita a defectos o a los sistemas defectuosos que representa, no obstante aquí destaco que el país ya alcanzó un grado de madurez aceptable debido al acuñamiento del programa nacional de lectura que ha costado tanto esfuerzo a tantas y tantas personas que han participado en la experiencia de bibliotecas públicas y otras entidades agrupadas en la espera del libro tradicional desde la década de los ochenta del siglo pasado y el e-book contemporáneo (última circunstancia que nos ha sumergido en la reflexión de nuestro destino a mediano plazo como instituciones bibliotecarias). Todos los componentes asociados con la actividad lectora están contenidos en tal proyecto que regulará en el futuro la coordinación de esfuerzos por mantener la lucha contra el analfabetismo funcional de manera permanente y referencial sobre las prácticas y resultados, puesto que al final contiene una conclusión de compromiso de establecimiento de un sistema específico de indicadores que claro tendrá su naturaleza nacional. Sin embargo es perfectible. Si de indicadores positivistas se trata, puesto que lo demostrable sólo es verificable mediante referente numéricos tangibles, me parece que establecer una media mensual por habitante de lectura debe aproximarse a 0.5 libros para el año 2006 que es el fin coyuntural de las metas señaladas en este programa. Como toda organización o país la crisis que viven sus componentes es la crisis de su dirección, esperemos no tener una dirección sin rumbo y sin principios, como garantía de la marcha de tal proyecto.
-Constructores del Pensamiento Contemporáneo: experiencia galopante de 3,600 temas trascendentes

El Plan Estatal de Desarrollo de Nuevo León, 1997-2003, en materia de Bibliotecas Públicas sentencia:“Ampliar los acervos de las bibliotecas públicas y crear programas que impulsen la lectura crítica, así como los procesos de educación permanente”. La Biblioteca Central del Estado “Fray Servando Teresa de Mier” desde mediados de 1997 inició pláticas de promoción a la lectura intentando crear un círculo de lectores que sencillamente funcionara, apegado a los llamados ya tantas veces escritos acerca de la necesidad de la existencia de éstos; así nos pusimos manos a la obra. Encabezados por un bibliotecario que se encontraba en contacto con el público a través de los servicios en Sala General, los contenidos estaban basados en referencias biográficas y bibliográficas de personalidades destacadas nacional e internacionalmente, a manera de efemérides asociadas a las fechas de nacimiento de las personalidades, exclusivamente nacimientos, con frecuencia una exposición por día, cuyo contenido se extendió hasta cuatro personalidades simultáneamente, con promedio de 5 asistentes diarios cuyas edades oscilaban entre los 20 y 35 años; ahora ellos ya tienen más edad. Así, al estilo de un cuento, se extendió mes tras mes hasta convertirse en años de permanencia de exposiciones orales sin ningún recurso más que la voz misma y el material bibliográfico del acervo de la misma biblioteca, llegando hasta finales de 1999 la frecuencia diaria, es decir, por semana se atendieron aproximadamente a 25 personas entre las que, como es natural, existen los más permanentes y los más inestables. El programa tuvo sus frutos, encontró una identidad de referencia llamada “Constructores del Pensamiento Contemporáneo”; reitero, son cuatro personajes tratados simultáneamente.

Gradualmente empezó a destacar su discurso representativo de los pensadores ya fueran humanistas o de ciencias exactas, pasando a segundo plano los datos biográficos y sorprendentemente los usuarios mantuvieron su asistencia, puesto que la mayoría son asistentes naturales a la biblioteca pública a diferencia de los acuerdos que se hacen con escuelas para garantizar público en exposiciones, ya sean temáticas o plásticas. En su mayoría la asistencia es de carácter masculino, tomando en cuenta que la gran presencia en bibliotecas la ocupan mujeres. El grueso de los temas es sagaz e intenso, a diferencia de las lecturas deleznables o cómodas como es el caso de muchas historias, novelas, cuentos, entre otras lecturas; temas que es muy frecuente su uso cuando se trata de lecturas propiamente académicas, sin embargo ya es el año 2003 y la asistencia no deja de fluir –con sus altas y bajas-, con existencia de Internet o no, entre otros factores. Del año 2000 al 2003 la frecuencia se ha reducido a 2 por semana, pero concentrando los esfuerzos para lograr mayor agilidad e interés por la exposición. La razón de haber mantenido el programa Constructores... es precisamente creer el llamado del CONACULTA de impulsar las acciones de promoción, y al mismo tiempo incorporé el sistema de lectura crítica en la orientación del Plan Estatal de Desarrollo, digo incorporé puesto que personalmente he encabezado el diseño y el desarrollo del programa Constructores del Pensamiento, prácticamente durante seis años, alcanzando no menos de 900 exposiciones y cubriendo 3,600 temas, actividad que ya es un referente importante en esta biblioteca de Monterrey. La experiencia de Constructores del Pensamiento, es factible. Sí puede ser operado directamente por bibliotecarios y no necesariamente por especialistas de renombre que vengan del exterior de las bibliotecas a dar la luz, como es en gran medida la costumbre. De ser posible, crear un sistema de coordinación de cobertura nacional de los agentes culturales o bibliotecarios, de modo que los esfuerzos actuales tengan impacto social hacia el año 2010, dado que los usuarios que se mantengan en los círculos de lectura, de aquí a esa fecha, ocuparán puestos de trabajo en que puedan tomar decisiones en diferentes sectores del país.

BIBLIOGRAFÍA:
-Descartes, Rene: Discurso del método. México: Porrúa, 1981
-Plan Estatal de Desarrollo. Nuevo León 1997-2003. Gobierno del Estado 1997
-Programa Nacional Hacia un país de lectores. México: CONACULTA, 2000.
-Hume, David: Tratado de la naturaleza humana. México: Porrúa, 1997.
-Anuario Estadístico de los Estados Unidos Mexicanos edición 2002. México: INEGI, 2003.
-Locke, John: Ensayo sobre el entendimiento humano. México: FCE, 1956.
-Petrovsky, Arthur: ¿Qué hay tras la desescolarización? México: ETE, 1979.
-Petrucci, Armando: Leer por leer: Un porvenir para la lectura. España: Taurus, 1997.



*Ponencia presentada en el “Tercer Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas:


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