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EDUCACIÓN DEMOCRÁTICA

 

1.-Núcleos o ejes de la propuesta Atlántida Mapa de valores de Ciudadanía

Como marco de acción, sujeto a reformulación, desde que comenzamos a trabajar, en Atlántida precisábamos delin ea r unas claves o mapa de contenidos y valores ( vid. Figura ), que posibilitaran orientar el currículum y dar una coherencia a las diversas experiencias e innovaciones educativas r ea lizadas. Esta propuesta se basa en dos id ea s: por un lado, la identificación de lo que podríamos denominar valores necesarios en una educación actual para la ciudadanía; y por otro, la agrupación en cuatro ejes o ámbitos característicos de la educación integral del ser humano: desarrollo social, desarrollo político, desarrollo económico y desarrollo personal, con suficiente poder globalizador como para facilitar la integración del currículum y favorecer su aprendizaje por todo el alumnado.

No pretendíamos hacer nuevos listados de valores, que conducen poco lejos o — en cualquier caso — es asunto a determinar por cada comunidad educativa, según sus prioridades. Querríamos realizar la propuesta a la luz de unas problemáticas que parecen comunes, a tenor de las experiencias de nuestros centros colaboradores. De este modo hablar de valores, de principios educativos y de modelo de educación no parecerá una actividad propia de teóricos y falta de conexión con la práctica. Presentamos brevemente dicho marco inicial en cada uno de los ejes o ámbitos, remitiendo a documentos que apoyan o desarrollan cada uno de ellos, trabajados por distintos equipos o miembros del proyecto.

 

[A] Sociopolítico : La educación para la ciudadanía global , ámbito aglutinador Convivencia, autogestión

 

El primer ámbito, que aglutina el sentido del Proyecto, se dirige a todas aquellas dimensiones sociopolíticas que constituyen el núcleo de la educación para la ciudadanía. Educar para la ciudadanía es potenciar la formación de personas autónomas , al tiempo que con aquellas virtudes cívicas necesarias para asumir y profundizar la vida en común. Una educación para el ejercicio de la condición de ciudadanía promueve en la actividad escolar y fuera de ella procesos dialógicos de deliberación compartida, toma de decisiones y formación autónoma de juicio.

En este ámbito común se asienta, en primer lugar, todas las competencias base que hacen posible que el alumno s ea un ciudadano, integrado socialmente y capaz de participar activamente; como tal comprende el currículum básico que el sistema educativo debe asegurar para todo ciudadano, en ejercicio de su derecho a la educación. En segundo lugar, más específicamente, en torno a este ámbito se agrupa lo referente a la colaboración y participación social e individual, de acuerdo con los derechos humanos, las cuestiones referidas a derechos y deberes ciudadanos (conflicto, derechos y deberes, declaración derechos del niño, convenciones sobre igualdad, etc.) así como su vivencia en el centro y aula (procesos de Reglamento de Régimen interior y constitución o norma de aula).

 

[B] Sociocultural : Igualdad, equidad ( género, etnia, clase, discapacidad/capacidad…) Buen Uso de TICS

 

Educar en la igualdad, reconociendo las diferencias, es también un eje-meta de una educación democrática. En los últimos tiempos hemos aprendido — como han puesto de manifiesto el feminismo o multiculturalismo — que bajo la educación “para” la igualdad se han anulado las diferencias. En determinados documentos del Proyecto se clarifican los conceptos de igualdad, equidad y solidaridad. En esta dimensión intercultural entra, pues, el tratamiento de las desigualdades de clase, género y etnia o cultura. El eje de esta lín ea de innovación son experiencias y proyectos que puedan contribuir a contrarrestar los procesos de exclusión social y cultural. Entran, pues, como actuaciones en este ámbito las referidas a interculturalidad y respeto de las culturas diversas, la implicación en acciones de voluntariado y ONGs, así como la igualdad y Medios de comunicación, entre otros. Es en este campo donde cobra especial relevancia el trabajo con procesos de igualdad hombre-mujer, la planificación preventiva de acciones educadoras y en su caso la integración de módulos específicos como el de la violencia contra las mujeres, como en Atlántida realizamos en estos momentos con talleres y audios, incluidos.

 

[C] Socioeconómico : Justicia y solidaridad, consumo responsable, medioambiente y eocología…

 

Entre los valores más generales que es preciso vivir en el centro escolar están, sin duda, también el sentido de justicia y, como contrapunto, la solidaridad. La justicia social permite articular la libertad e igualdad, en la medida que el objetivo es lograr el máximo de libertad dentro de una des ea ble igualdad. Por su parte, la solidaridad es la cara personal de la justicia. Valores como un consumo responsable , un desarrollo humano sostenible o actitudes ecologistas, análisis crítico de los contextos sociales, etc. formarían parte también de esta dimensión.

 

[D] Socioafectivo : Autonomía y responsabilidad, autoestima…

 

El ámbito personal o socioafectivo es otra dimensión importante en nuestras experiencias de innovación. Lograr un autonomía , como otra cara de la libertad, con su correlato de comportamientos responsables, son lín ea s motrices de la acción educativa. En este ámbito entran cuestiones como autoestima, cuidado y salud, educación sexual, etc., así como — en otra dimensión — la organización personal, esfuerzo e implicación en el trabajo. M.A. Santos Guerra en su trabajo sobre “arqueología de los sentimientos ” ha analizado las principales dimensiones que configuran el desarrollo afectivo y emocional de las personas.

ANEXO III.-

Claves de la Educación para una Ciudadanía Democrática

 

  La “Educación Para una Ciudadanía” activa, responsable y democrática constituye hoy una preocupación común de los sistemas educativos europeos. La red Eurydice (2005) acaba de publicar, en este sentido, un informe sobre la situación en 30 países. A su vez, el Consejo de Europa, desde 1997, ha llevado a cabo un proyecto sobre “Educación para una ciudadanía democrática” (EDC), que ha implicado a investigadores y expertos de toda la Unión Europea, para definir los conceptos, elaborar las estrategias y reunir las buenas prácticas sobre dicho ámbito. Todo el conjunto de acciones desarrolladas han culminado en la declaración de 2005 como “Año Europeo de la Ciudadanía a través de la Educación”, en el que ha invitado a los Estados miembros a promover, a través del sistema educativo y social, un conjunto de acciones para una ciudadanía activa, informada y responsable en una cultura democrática, bajo el eslogan “Aprender y vivir la democracia”. Por su parte, la Asociación Internacional para la Evaluación del rendimiento escolar (IEA) lleva diez años con un estudio a nivel internacional sobre la educación cívica ( Civic Education Study ) sobre 28 países, lo que ha dado lugar a relevantes informes (Torney-Purta y otros, 2001). Por su parte, dentro de la estrategia de Lisboa de la Unión Europea, la nueva agenda social europea para el año 2010 requiere el ejercicio activo de una ciudadanía activa, con la cohesión e inclusión social de todos los ciudadanos. De este modo, la ciudadanía activa desempeña un lugar determinante en los objetivos estratégicos de la UE.

  Por su parte, a nivel teórico, asistimos desde los noventa a un creciente interés, tanto desde la teoría ética y política como de la práctica educativa (Kymlicka y Norman, 1994; Bárcena, 1997; Gimeno, 2001), por la Educación para la Ciudadanía, en respuesta a la necesidad de contribuir a formar ciudadanos más competentes cívicamente y comprometidos, mediante la participación, en las responsabilidades colectivas. No son las estructuras formales básicas de una democracia las que dan fuerza y estabilidad a una democracia, sino las virtudes cívicas y participación activa de sus ciudadanos los que dan vigor democrático a las instituciones y las hacen sostenibles. De ahí la importancia del cultivo de la educación para la ciudadanía. En este sentido, como afirma Guttman (2001: 351) en su excelente texto sobre la educación democrática , “podemos decir que en una sociedad democrática la `educación política´ (el cultivo de las virtudes, el conocimiento y las habilidades necesarias para la participación política) tiene primacía moral sobre otros objetivos de la educación pública”.

  A nivel educativo, la Educación Para la Ciudadanía está en la agenda de las reformas de la Unión Europea. El Crick Report (1998) sentó las bases para el establecimiento de la “Citizenship education” en el “national curriculum” inglés, delimitando tres ámbitos prioritarios: la responsabilidad social y política, el compromiso con la comunidad, y los conocimientos políticos necesarios para desenvolverse en la vida pública. Por su parte, la llamada Comisión Thélot (2004), que ha dirigido el largo debate francés sobre el futuro de la escuela, ha considerado que la educación básica ha de centrarse en una base común (“socle comun des indispensables”), indispensable para poder moverse autónomamente en el mundo. En su Informe propone: dos pilar es (lengua y matemáticas), dos competencias para el ciudadano del siglo XXI (lengua extranjera y utilizar las nuevas tecnologías) y la educación para la vida en común en una sociedad democrática. En España, el actual Proyecto de Ley Orgánica de Educación (LOE), tras el documento a debate, ha propuesto la Educación para la Ciudadanía, como un objetivo educativo y área curricular nueva en la escolaridad obligatoria, a configurar en el Proyecto educativo y en conjunción con la comunidad. En este contexto se inscribe el desarrollo de nuestro Proyecto de trabajo.

 

  Con la creciente multiculturalidad y reivindicación de las identidades, el proyecto originario de la escuela pública de crear una ciudadanía homogénea (Callan, 1997; Schnapper, 2001), conformada por un conjunto de valores y narrativas compartidas, se ha visto reformulado para integrar las reivindicaciones identitarias y las demandas de reconocimiento cultural. Integrar lo común con lo diverso, es también uno de los propósitos de redefinición de la ciudadanía en la escuela pública en el actual momento, donde el principio de igualdad ha de ser compensado con el derecho a la diferencia, lo común conjugado con lo diverso (Feinberg, 1998; Tyack, 2003). Frente a una concepción comunitarista que aboca a una ciudadanía “diferenciada”, apostamos con Habermas (1999) por una noción de ciudadanía inclusiva de la diversidad étnica y cultural, de forma que no sea excluyente sino integrador, en una ciudadanía universal o cosmopolita. Dentro de las orientaciones teóricas predominantes actualmente en teoría social y política (liberalismo, comunitarismo y republicanismo cívico) nuestro proyecto apuesta por una republicanismo cívico (Pettit, 1999), capaz de potenciar el ejercicio activo de la ciudadanía, entendida en sentido “ampliado” (McLaughlin, 2000). La ciudadanía ha de aprender a vivir con aquellas virtudes cívicas necesarias para asumir y profundizar la democracia (“aprender a vivir juntos”), como señalaba el Informe Delors.

 

  La educación para el ejercicio de la ciudadanía debe ser entendida en un sentido amplio, no referido a alguna materia dedicada específicamente a ello, aunque en determinados niveles educativos (Secundaria y Bachillerato) su presencia quede asegurada si existe un tiempo y espacio, mediante una materia o área, dedicada específicamente. El sistema educativo debe asegurar a todo ciudadano la adquisición de todo aquel conjunto de saberes y competencias que posibilitan la participación activa en la vida pública, sin riesgo de verse excluido. Por eso, en lugar de reducirla a un conjunto de valores éticos y cívicos, cabe entenderla mejor como capital cultural mínimo y activo competencial necesario para moverse e integrarse en la vida colectiva. Una Educación para la Ciudadanía adecuadamente orientada es algo más que el aprendizaje de los hechos básicos relacionados con las instituciones y los procedimientos de la vida política, debe afectar a todo el sistema educativo, incluidas acciones paralelas en otras instancias sociales. Si bien precisa conocimientos, éstos no garantizan el ejercicio de una ciudadanía democrática.

  La Educación para una Ciudadanía Democrática es un conjunto de prácticas escolares que puedan contribuir a consolidar los valores que cementan una sociedad democrática. Por eso, formar ciudadanos, significa –entonces– no sólo enseñar un conjunto de valores propios de una comunidad democrática, sino estructurar el centro y la vida en el aula con procesos (diálogo, debate, toma de decisiones colegiada) en los que la participación activa, en la resolución de los problemas de la vida en común, contribuya a crear los correspondientes hábitos y virtudes ciudadanas. En el sentido comprehensivo que venimos defendiendo, Pedró (2003) la define como:

“El conjunto de prácticas educativas que conducen al aprendizaje de la ciudadanía democrática, lo cual incluye tanto los conocimientos y las habilidades formales requeridas para el ejercicio de la ciudadanía en el sistema político como, en el terreno de los contenidos, los valores y las actitudes que fundamentan un comportamiento cívico sostenido en cualquier esfera de la vida social y política” (p. 239)

  Toda una larga generación de literatura (estudios e investigaciones) han subrayado que la educación cívica, como la educación moral, no puede consistir sólo en contenidos a aprender en una materia (es decir, en un aprendizaje conceptual), sino en un conjunto de prácticas pedagógicas y educativas que comprenden, al menos, tres componentes: conocimientos, habilidades y actitudes y valores. Como tales, exigen procesos de vivencia en el centro escolar y en la comunidad, que además precisan un cierto grado de consistencia entre ellos. Además, cuando hablamos de “Educación para la Ciudadanía” nos referimos proactivamente a una ciudadanía activa , que –alejados de una posición “minimalista” de la ciudadanía– participa en la amplia esfera de lo público y, como tal, puede ser un antídoto contra la creciente desafección política (Westheimer y Kahne, 2004). Por eso, en las democracias occidentales estamos preocupados sobre el modo mejor como la educación puede contribuir a desarrollar el las virtudes cívicas, conocimientos, actitudes y competencias propias en los jóvenes.

 

  El Consejo de Europa entiende que la Educación Para la Ciudadanía concierne: “al conjunto de prácticas y actividades diseñadas para ayudar a todas las personas, niños, jóvenes y adultos, a participar activamente en la vida democrática, aceptando y practicando sus derechos y responsabilidades en la sociedad” . Por su parte, la red Eurydice (2005) entiende que una ciudadanía responsable debe dotar a los jóvenes de la capacidad de contribuir al desarrollo y bienestar de la sociedad en la que viven, en tanto que ciudadanos activos, lo que implica el desarrollo de una cultura política, un pensamiento crítico unido a ciertas virtudes y valores, y una participación activa.

  Educar para el ejercicio activo de la ciudadanía no concierne, pues, sólo a los educadores y profesorado, porque el objetivo de una ciudadanía educada es una meta de todos los agentes e instancias sociales. Asumir aisladamente la tarea educativa, ante la falta de vínculos de articulación entre familia, escuela y medios de comunicación, es una fuente de tensiones, malestar docente y nuevos desafíos. De ahí la necesidad de actuar paralelamente en estos otros campos, para no hacer recaer en la escuela responsabilidades que también están fuera. Por eso, en una tarea de corresponsabilidad , es preciso implicar a las comunidades en la tarea educativa, y debemos hablar de ciudadanía comunitaria , en la medida que es tarea de la comunidad y que los aprendizajes escolares deben ser congruentes con los del entorno social. Por eso, en lugar de limitar la acción escolar espacial y temporalmente, se trataría de aprovechar y crear “sites of citizenship”, es decir los entornos que posibilitan el ejercicio de ciudadanía en el centro escolar, como acción conjunta compartida, pero también –mediante su implicación– en la comunidad en la que se vive y educa. Sin un sentido de comunidad (en el centro escolar, en primer lugar, y más ampliamente en la comunidad educativa) no cabe una EPC activa, en prácticas socialmente reconocidas.

 

  Por último, el trabajo que pretendemos desarrollar desde el proyecto Atlántida, de forma que los valores que sustentan la ciudadanía estén integrados en la vida diaria del aula, de todo el centro, en colaboración con el eje familiar y municipal, cuenta con el apoyo del MEC, de la Consejería de Canarias, Andalucía, Aragón, Castilla La Mancha, Ceuta y numerosas FAPAS y Ayuntamientos. Nuestra propuesta tiene en cuenta las metodologías más potentes desarrolladas en los últimos años, en especial la teoría del desarrollo moral y de la “comunidad escolar justa” (Kohlberg y otros, 1997), especialmente aquellos que inciden en la implicación de la comunidad, mediante una concepción deliberativa de la democracia (Habermas, 1999; Dworkin et al., 2004), que apuesta por la creación de comités en las distintas esferas de la vida social para decidir en los asuntos de vida en común. Una tarea inicial del Proyecto será analizar las propuestas metodológicas y experiencias práctica en el contexto internacional que puedan apoyar los objetivos que pretendemos, en paralelo, trataremos de favorecer espacios en los que la Escuela, La Familia y el ámbito local puedan desarrollar experiencias de innovación sobre valores y currículo integrado. A ello les invitamos.

 

Referencias :

 

Barcena, F. (1997). El oficio de la ciudadanía. Introducción a la educación política . Barcelona: Paidós.

Callan, E. (1997). Crea ting citizens. Political education and liberal democracy

Crick Report (1998). Education for Citizenship and the Teaching of Democracy in Schools. Londres: Qualifications and Curriculum Authority.

Dworkin, R. et al. (2004). Democracia deliberativa y derechos humanos . Barcelona : Gedisa, 2004.

Eurydice (2005). L’éducation à la citoyenneté à l’école en Europe . Brussels, Eurydice, the Information Network on Education in Europe

Feinberg, W. (1998). Common schools, uncommon identities: National unity and cultural difference . New Haven, CT y Londres: Yale University Press.

Gimeno Sacristán, J. (2001). Educar y convivir en una cultura global. Las exigencias de la ciudadanía . Madrid: Morata

Guttman, A. (2001). La educación democrática: una teoría política de la educación (edición revisada con epílogo). Barcelona: Paidós.

Habermas, J. (1999). La inclusión del otro. Ensayos sobre teoría política . Barcelona: Paidós.

Kohlberg, L., Power, F. y Higgins, A. (1997). La educación moral según Kohlberg . Barcelona: Gedisa.

Kymlicka, W. y Norman, W. (1994). Return of the citizen: A survey of recent work on citizenship theory. Ethics, 104, 352-381.

McLaughlin, T.H. (2000). Citizenship Education in England: The Crick Report and Beyond. Journal of Philosophy of Education , 14 (4), 541-570.

Pedró, F. (2003). “¿Dónde están las llaves?” Investigación politológica y cambio pedagógico en la educación cívica. En J. Benedicto, M.L. Morán (eds.), Aprendiendo a ser ciudadanos. Experiencias sociales y construcción de la ciudadanía entre los jóvenes , Madrid: Injuve, Ministerio de Trabajo y Asuntos sociales, p. 235-257.

Pettit, P. (1999). Republicanismo. Una teoría sobre la libertad y el gobierno . Barcelona: Paidós.

Schnapper, Dominique (2001). La comunidad de los ciudadanos. Acerca de la idea moderna de nación . Madrid: Alianza Editorial.

Thélot, C. (presidente) (2004). Pour la réussite de tous les élèves . Rapport du débat national sur l’avenir de l’école. Paris: La Documentation Française.

Torney-Purta, J. et al . (2001). Citizenship and education in twenty-eight countries: Civic knowledge and engagement at age fourteen . Amsterdam: International Association for the Evaluation of Educational Achievement.

Tyack, D. (2003). Seeking common ground: Public schools in a diverse society . Cambridge, MA.: Harvard University Press.

Westheimer, J. y Kahne, J. (2004). What kind of citizen? The politics of educating for democracy. American Educational Research Journal, 41 (2), 237-269.

 

OTROS: Publicaciones Atlántida 2003 y 2005, en web: proyecto-atlantida.org

  

 

ANEXO IV, SOBRE INTERVENCIÓN EN ZONAS/COMARCAS

La creación de Comités/Plataformas de Ciudadanía-Educación y algunas claves para integrar valores de ciudadanía en los contenidos instrumentales: Borrador

  La propuesta de CIUDADANIA COMUNITARIA Y DEMOCRÁTICA que estamos defendiendo en el Proyecto Atlántida, ha recorrido un largo trayecto desde las primeras preocupaciones por los trabajos socioeducativos de nuestro colectivo original al que llamamos EDESO, Educación Desarrollo y Solidaridad, volcados en diseñar alternativas y materiales a la información-formación socioeducativa. En aquellos momentos, ligados a colectivos y ONGDS comprometidos con el Desarrollo sostenible y Humano, iniciamos un recorrido de innovación hasta la concreción de propuestas curriculares muy ligadas a la vida escolar y la educación obligatoria. Ese largo camino que nos permitió una visión global, en contacto con centros y agentes socioeducativos, nos ha llevado, con el devenir de los complejos tiempos, a proponer objetivos, tareas y estructuras organizativas comunitarias donde lo escolar y sus contextos tengan su lugar de encuentro en los quehaceres cotidianos. Explicados en otros textos los soportes teórico-prácticos que esta propuesta ha ido también elaborando, pasamos ahora a describir algunas líneas y claves del trabajo inicial que desarrollamos en zonas concretas y donde estamos diseñando procesos, estructuras organizativas y planes de trabajo que coordinan el eje para la mejora «ESCUELA-FAMILIA-AMBITO MUNICIPAL» y su coordinación con servicios y administraciones centrales.
Las experiencias, en su fase inicial (sólo Coria, Cáceres, podría cerrar un primer ciclo de indagación tras sus tres años de trabajo), se están empezando a desarrollar ahora, de ahí que en el segundo año de otras experiencias como las del municipio de Tías, Breña Alta, Comarca de Cijara, Distrito de Barranco Grande … y el inicio de algunas nuevas como Jerez, Perales de Getafe, Santo Domingo de la Calzada … hayamos sugerido desarrollar, al hilo de la propuesta de Comités de Ciudadanía, una investigación que nos obligue a sistematizar la innovación y definir una plan ordenado y documentado de lo que intuimos. El reto de ciudadanía comunitaria nos parece la línea de innovación más oportuna ante el aumento de la complejidad del proceso de enseñanza-aprendizaje.
En los textos siguientes pretendemos describir el modelo de trabajo colaborativo de la propuesta, avanzar algunas orientaciones e instrumentos utilizados para el arranque de los procesos, y será a partir del asesoramiento y de la numerosa aportación de las propias experiencias cuando intentemos diseñar una propuesta más definida. Partimos de problemas, analizamos causas, realizamos planes, soñamos alternativas, priorizamos temas y repartimos-compartimos responsabilidades.

 

Una propuesta de Ciudadanía que surja de la tarea diaria de mejora desde los Comités de Ciudadanía comunitaria y/o de los centros ( Consejos Escolares), APAS…, y esté integrada en los planes de mejora del propio centro, comarca o distrito.   

 

Posiblemente si preguntáramos a cualquier miembro de un claustro poblado de problemas, a un directivo de un AMPA o familiar de un Consejo Escolar, a un miembro de ayuntamiento que asiste de vez en cuando a ese Consejo, etc. que si le preocupa una alternativa a la educación actual, a la sociedad y al tipo de alumnado, de ciudadano, que nuestro modelo de desarrollo está favoreciendo, podría contestarnos que le preocupa globalmente pero no quiere perderse en propuestas y reflexiones teóricas que no le conducen a nada, que en cualquier caso procura ir solucionando problemas poco a poco y como puede. La inmensa e inagotable tarea de la educación impide, con demasiada facilidad, levantar la cabeza y desarrollar un trabajo organizado que vaya al fondo de la cuestión. Pocos agentes implicados estarán interesados en abordar en frío una cuestión global, dirán que ni es la hora ni se necesita, pero todos hablan de problemas, de angustias, y en numerosas ocasiones de que antes no era así.

 

Sin tratar de variar el plan de trabajo que los centros educativos, las APAS y los Comités que asesoramos y apoyamos tienen aprobado, Atlántida les propondrá levantar la vista de lo concreto en un proceso que nos permita enlazar y relacionar los problemas cotidianos con el conjunto del problema: el modelo de educación y sociedad que subyace en nuestra actuación. Se dice con cierto criterio que cuando sólo hablamos de problemas educativos, cuando sólo vemos deficiencias, cuando todo suena a crisis, lo que falla y se pone en cuestión es el modelo de educación, y es preciso abordarlo conjuntamente si se pretende influir seriamente en la mejora. Si Atlántida dijera en un claustro, APA, Ayuntamiento, que “proponemos repensar el modelo de educación y para ello lanzamos la investigación de un «área transversal», a modo de «área de áreas» , «raíz de asignaturas», presente en todas las demás, que trabaje y enfatice los valores de ciudadanía, necesarios para conseguir un centro, un barrio y un mundo más confortable y feliz”, podría sonar a hermosa historia que tiene poco que ver con lo que se cuece en patios, pasillos, aulas, salones de TV en el hogar, y calles o plazas.

A la hora de iniciar un trabajo de reflexión que nos conduzca de forma natural a la necesidad de repensar la educación y los aprendizajes básicos de la ciudadanía, proponemos de forma orientativa UN PROCESO que contemple las siguientes fases-tareas y principios de organización del trabajo:

 

1º.- Partir de las problemáticas cotidianas de cada centro, cada contexto, y sus causas, para relacionarlas-categorizarlas en relación a los modelos de desarrollo de nuestra sociedad que Atlántida ha definido ( podría plantearse otra categorización alternativa, sin duda similar, o partir de otro Marco Teórico. Atlántida parte del suyo , elaborado en los últimos años). A partir de los problemas nos planteamos pensar en valores alternativos que sirvan para contrarrestar las problemáticas concretas detectadas. Así se verán ejemplificaciones que Relacionan las problemáticas con los valores deficitarios, que suelen ser expresados con mayor claridad y consenso: exceso de individualismo, el mayor apego al coste-beneficio pronto y fácil, y el menor compromiso de voluntad-esfuerzo, la creciente agresividad y desigualdad (especialmente en el caso hombre-mujer), unido a los climas de disrupción y falta de atención crecientes … A partir del trabajo descrito, se propone realizar el esfuerzo por pensar en valores positivos que sirvieran de antídoto a los valores deficitarios diagnosticados: ante la pasividad, motivación.

 

2º.-De forma inmediata, y para que los valores y problemas no queden descolgados del cotidiano quehacer de las aulas y el centro, volvemos a vivir el proceso similar, pero en este caso destacando problemáticas que se encuentran en el proceso de aprendizaje, para lo que destacamos momentos concretos del mismo como la preparación de tareas, durante la tarea, en la evaluación y valoración… También qué aspectos son débiles en los ámbitos de conocimientos básicos: sociolingüistico, científico-técnico y artístico. Se trata de integrar valores y contenidos más instrumentales, y es preciso indagar en ello. De forma que este trabajo sea completado posteriormente con alternativas, como veremos. Lo que nos ocupa en esta fase es el repaso a las problemáticas que inciden en los ámbitos de mejora de la educación que Atlántida ha estudiado: en lo curricular, en la organización , en la formación y el papel del contexto, así como las infraestructuras necesarias para llevar a cabo un plan de mejora. Este trabajo añadiría al primero, centrado en lo curricular, la concreción del diagnóstico de partida y cómo funciona cada uno de los sectores que van a trabajar, y la situación en que se encuentra la participación en la organización, y la formación que se tiene y se necesita. Es muy interesante realizar breves diagnósticos de estos ámbitos, de manera conjunta, porque es la mejor forma de hacer corresponsables a cada uno de su parte y a todos del conjunto resultante.

Con el doble trabajo esbozado tendríamos un primer mapa de problemáticas que exigen una planificación integrada de valores democráticos generales y estrategias motivadoras de revisión de selección y organización curricular, metodología y evaluación.

 

3º.- Reiteramos por necesario el urgente tarea de integrar en la medida de lo posible el currículo que enseñamos, que se relacione entre sí desde las distintas áreas y asignaturas. Necesitamos por tanto un motivo, un centro de interés que una a los implicados en el proceso de mejora. Podría hacerse desde propuestas tecnológicas y administrativas: Podría intentarse desde el seguimiento de temas especiales escogidos en cada aula, en cada etapa, en cada centro… si sólo es posible esto, adelante. Pero la propuesta que realizamos, por necesaria deja de ser atrevida. Hablar de motivación en los procesos de aprendizaje supone hacer coincidir nuestra puesta en escena del currículo que deseamos poner al servicio del alumnado y las familias, pero hacerlo lo más útil y práctico posible. De ahí que pensar en centros de interés o temas de proyecto comunitario pueda servir de resorte para implicar a todo el medio y sus diferentes servicios, al menos abriría un proceso en el que cabría ver el nivel de corresponsabilidad que se quiere asumir. El lugar ideal para llevar a cabo una puesta en común de lo que decimos es sin duda el Consejo Escolar, por extensión el Consejo Escolar Municipal cuando este es vivo y efectivo. En cualquier caso la propuesta de creación de comités de Ciudadanía que integren, respeten la cultura y planes ya existentes está resultando positiva, como adjuntamos con ejemplificaciones.

 

Atlántida está dinamizando experiencias de Comités de Ciudadanía, creados a la luz de la complejidad creciente, que intenta dar vida a los antiguos y desusados Consejos Escolares Municipales cuando es posible, y en cualquier caso, una entidad con vida propia cuando así se requiere. En un lugar común, ya sea el ciclo, el Departamento, la Comisión Pedagógica, el Consejo Escolar antes mencionado… cabría debatir QUE PROBLEMAS, QUE VALORES, QUE GRAN TEMA NOS UNE, AL MENOS PERIODICAMENTE, al trimestre, al semestre, anualmente… de forma que el centro educativo, su actividad, entronque con la vida, y en la medida de lo posible en el desarrollo comunitario. Planificar estrategias adecuadas para desarrollar los valores positivos, modos de integración en el currículo, y momentos-tareas con su propuesta organizativa para los centros y las estructuras sociales del contexto, terminaría siendo la mejor forma de hacer corresponsables a los que por separado lo son y están haciendo agua. Estamos asistiendo a experiencias en las que un APA propone al centro el gran tema de la INTECULTURALIDAD, y el centro entero vive como proyecto el conocimiento de las culturas que lo integran. En otros casos el equipo directivo mueve el centro de interés del rescate de UN CULTIVO, una historia o leyenda… y se llega a vivir un proceso de participación que incide posteriormente en el desarrollo comunitario, haciendo aparecer, en coordinación y reivindicación junto al poder sociopolítico, museos, itinerarios ecológicos, talleres de trabajo con nuevos yacimientos de empleo…

4º.-Completamos el proceso con la planificación conjunta del tema o proyecto común. En este sentido es pertinente que se realice un trabajo general con los diferentes sectores que acordarán y planificacián tareas globales que motiven, que sirvan para analizar lo que se investiga, estrategias para transferir el trabajo educativo a la práctica, y el compromiso con difundirlo para que repercuta en la mejora del medio, cuando esto sea oportuno. Lo que esta fase asegura es el papel del currículo como eje integrador de valores y contenidos instrumentales, pero de forma que no sólo el profesorado sepa y entienda a dónde va y cómo será el proceso, sino en connivencia con el alumnado, las familias y los agentes sociales del entorno. Llegará en esta fase final la hora de definir los mínimos comunes que deberán acordar el valor porcentual que se reparte a conceptos, procedimientos y valores, lo que debe hacerse de forma ostensible-visible, acordarse y consensuarse con toda la comunidad educativa. Los informes al alumnado y las familias deberán reelaborarse.

5º.-Como ANEXO final proponemos un quinto paso, que nos permita relacionar los valores generales trabajados y las competencias o aprendizajes básicos que otras instancias europeas están proponiendo para el debate. En definitiva se trataría de aprovechar el ordenado de debate siguiendo el modelo de Procesos, para repensar el modelo de sociedad que tenemos, las alternativas y el papel que la educación debería jugar. Como tarea resumen: realizar contextualizaciones del proceso vivido y de apuestas externas, para finalmente llegar a acordar a modo de orientaciones un grupo de principios que vendrían a representar la suma de valores democráticos y competencias instrumentales básicas como eje del nuevo AREA de Ciudadanía, algo así como los principios del PEC, que iluminan el desarrollo del PCC, que es en el fondo lo que estamos reconstruyendo. Las bases del modelo social y educativo del nuevo tiempo.

Como será necesario aterrizar y lograr que todo el centro, cada etapa y cada área llegue a integrar lo que las transversales educativas dejaron a merced de todos y de nadie, el esfuerzo final esperamos que sea realizado por los centros, para lo que no faltarán orientaciones que apoyen procesos de reelaboración contextualizados. Atlántida teme, por inoperantes los listados de competencias, de objetivos y contenidos, que no vayan acompañados de orientaciones sobre los procesos que deberían ponerse en marcha para construirlos. Los centros necesitan más que listados, orientaciones claras que ayuden al profesorado, primero a realizar un trabajo de construcción del conocimiento pedagógico que no se ha llevado a cabo en las etapas de formación inicial, y que, a pesar de cursos aislados voluntariosos, no llega a producirse de forma conjunta en la vida del centro.

 

Nuestro esfuerzo, al que invitamos a la comunidad educativa y de forma especial a nuestros seminarios de reflexión , a los grupos de trabajo de Ciudadanía y a los centros colaboradores, se centrará en indagar en procesos que ejemplifiquen experiencias de reconstrucción de lo que denominaremos UN AREA GLOBAL DE CIUDADANÍA, y las repercusiones en las áreas fundamentales. Estamos retocando la organización del currículo y sabemos que se trata de una tarea compleja y larga. Dada la cierta urgencia que la puesta en marcha de la nueva Ley, LOE, acarrea, Atlántida, trabajará en un doble sentido y con diferente intensidad. En este primer año de debate y desarrollo del curriculo provisional que debe acompañar a la ley debatiremos sobre orientaciones generales para la construcción del AREA GLOBAL de CIUDADANIA, y las orientaciones que hagan promover propuestas a las etapas y las áreas básicas troncales. A continuación Atlántida pretende apostar por la revisión y actualización del curriculo.

El proceso resultante de esas tareas, debería estar presidido por tres grandes ideas: la participación en la medida de lo posible, y respetando procesos, de todos los agentes implicados (profesorado, alumnado, familias, agentes sociales, etc.); la coherencia con los valores que se tratan de construir y la repercusión de la propuesta en la mejora de rendimientos cognitivos y actitudinales, y por último la utilidad del conocimiento y el proceso de aprendizaje para el contexto en que se desenvuelve o ámbitos cercanos, siempre que sea posible escenificarlo.

De este modo, y sin alterar demasiado el trabajo cotidiano, puede que logremos iniciar una tarea comunitaria donde todos aprenderíamos algo más sobre diseño, planificación Estaríamos debatiendo el modelo de educación y de sociedad, estaríamos elaborando una alternativa a la Educación Democrática para la Ciudadanía. Estaríamos abordado lo que en frío era un debate abstracto sobre transversal, área, y asignaturas.

Proponemos encontrar la ocasión en el día a día, para pensar en un plan a la luz de las problemáticas diagnosticadas, plantear un programa común de mejora, un modelo de educación (los principios del PEC pero sacados de un trabajo concreto sobre los problemas diarios que nos preocupan y que, habitualmente, sólo se quedan en enfados y angustias), un referente de la actuación necesaria (mínimos de convivencia y tratamiento de conflictos, de metodología de aula, de criterios comunes de evaluación, de tratamiento y acercamiento al alumnado…), para que se trabajen en la vida diaria del aula, de los hechos cotidianos en la vida familiar, en las prácticas tutorizadas y planificadas desde los agentes del municipio. Todo ello es lo que estamos proponiendo sea acordado, coordinado, en primer lugar en el centro, desde el Consejo Escolar, en segundo lugar, donde sea posible en distritos y comarcas a través de las posibles Comisiones de Ciudadanía, que serían el eje vertebrador del debate sobre los valores fundamentales de la educación del futuro.

 

La alternativa a los problemas y los valores priorizados como eje de aprendizajes básicos o competencias de ciudadanía: los principios del PEC que unen al centro y al contexto.

 

Cuando la Unión Europea plantea como aprendizajes básicos para una Educación democrática en la Educación obligatoria:

•  1.-Habilidad de comprender y usar información escrita en actividades diarias, en el trabajo y la vida comunitaria, de entender, usar y reflexionar sobre textos escritos.
•  2.- Capacidad de identificar, comprender y razonar sobre diversos aspectos de la vida manejando conceptos y modos de operación matemáticos
•  3.-Desarrollo de habilidades definidas como transversales a diferentes materias o áreas de conocimiento, tales como la comunicación, el razonamiento, el liderazgo y la crea tividad, la motivación, el aprender a trabajar en grupo y la disposición a aprender de por vida.
•  4.-El cultivo y desarrollo de competencias personales como la curiosidad, motivación, entusiasmo, honestidad, autoestima, fiabilidad, iniciativa y perseverancia
•  5.-Competencias sociales e interpersonales que son decisivas para la integración positiva en la vida econó mica y social, así como para la participación efectiva en la comunidad, prestando una atención peculiar a la nueva condición multicultural y, en sentido más amplio, a la diversidad.   
•  6.-Dominio de las nuevas tecnologías de la información y comunicación, así como de lenguas extrajeras, tanto por el carácter instrumental de una y otra, como por la vía de acceso que posibilitan a la información, y las ventanas que pueden abrir para la relación con otros sujetos y culturas, la superación del etnocentrismo y el cultivo razonable de una identidad ampliada y compartida
•  7.-Aprendizaje de conceptos básicos de la ciencia y la tecnología, de forma que comporte la capacidad de entender y usar sus conceptos y modos de pensar y hacer, tanto para analizar, razones y resolver problemas con espíritu científicos, como para desarrollar una conciencia y actitudes ecológicas,

O cuando en relación con las competencias básicas para toda la vida identifica:

1.- Competencias sobre comunicación en la lengua materna: Escuchar, hablar, leer y escribir para interactuar en educación, formación, trabajo, hogar y ocio.

2.- Comunicación en lengua extranjera: similar al anterior unido a destrezas de mediación y entendimiento intercultural

3.- Competencia matemática y de ciencia y tecnología: Procesos más que resultados de suma, resta, multiplicación y división en situaciones cotidianas, junto al ratio en cálculo mental y escrito. Se enfatiza más la actividad que el conocimiento. Alfabetización científica en cuanto a poder explicar el mundo natural ,y la de   tecnología en relación a métodos para aplicar mejoras al mundo actual.

4.- Competencia digital: Usos de medios electrónicos para el trabajo, el ocio y la comunicación. En lo   básico de las destrezas TICS se trata del uso de tecnologías multimedia para recuperar, evaluar, almacenar, producir, intercambiar información y comunicar o participar en foros desde Internet

5.- Aprender a aprender: Habilidad para regular el propio aprendizaje, organizar el tiempo propio … resolver problemas profesionales en trabajo, hogar, educación y ocio.

6.- Competencias interpersonales y cívicas: Las cívicas integran la capacidad de participar y construir la vida social de los grupos y resolver los conflictos. Las interpersonales para la interacción individual   y de grupos …

7.- Espíritu emprendedor: Motivación para superarse según sus posibilidades, crea r nuevas opciones vitales y profesionales.

8.- Expresión cultural: Apreciación de los componentes integradores de la personalidad como música, deporte, plásticas, literatura…,

 

Cuando alguna Institución o grupo, propone o manifiesta que serían estas las habilidades, las competencias básicas, ya ha realizado un diagnóstico, ha situado las problemáticas, ha inventado valores-competencias y aprendizajes básicos para todos.

Desde Atlántida invitamos a realizar el trabajo de forma conjunta, participativa. Puede que coincidamos al final con la Unión Europea en algunas o muchas de las competencias-aprendizajes básicos. La diferencia estribaría en que creemos firmemente en los Procesos colaborativos, o sea, que al realizar la indagación en procesos compartidos, habremos aprendido un modelo de trabajo, en este caso comunitario y corresponsable, que sería la base del compromiso y la mejora que planteamos. El resultado, los aprendizajes obtenidos, funcionarían a modo de nuestros principios del PEC, la base de nuestras competencias básicas que deberán servir de referencia al desarrollo del PCC y del trabajo socioeducativo.

 

ANEXO TALLER I.-PROCESOS INTEGRACIÓN VALORES-CONTENIDOS INSTRUMENT. UN EJEMPLO

 

1.-DIAGNÓSTICO DE PROBLEMAS, CATEGORIAS Y VALORES ALTERNATIVOS

 

Dimensión categorias

DESARROLLO SOCIOECONÓMICO

DESARROLLO SOCIOCULTURAL

DESARROLLO SOCIOPOLÍTICO

DESARROLLO SOCIOAFECTIVO

Otros

Problemas

 

 

 

Causas

*Zona olvidad- recesión

*No se valora el medio ambiente ni el pasado

 

Cotidianidad, estímulos

baja autoestima

*Problemas con la integración minorías

*No se integran TICS

 

Egoísmo-desconocimiento

*Los sectores educativos están separados, a su aire

 

No hay planes comunes

Falta estructura estable

*Desconfiados/indiv.

*No expectativa éxito

pasividad/esfuerzo

 

Aislados, falta de redes

Falta tarea estímulo/éxi

 

Valores

* Recuperación del valor medioambiental

*Desarrollo del medio y socioeconómico

* Interculturalidad, discriminación positiva

* Buen uso de TICS herramienta difusión

* Corresponsabilidad Solidaridad sectores

* El consenso como

base del plan común

* Autoestima

* Procesos de

participación y

realización personal

 

 

2.-RELECTURA DEL CAMPO EDUCATIVO: EL PROCESO DE APRENDIZAJE

 

DIMENSIÓN

PROBLEMATICAS

CAUSAS

ALTERNATIV.

competencias

ESTRATEGIA COORDINA

1.-CURRI-

CULAR

Qué y cómo

enseñar

-Profesor: Desmotivado, agobiado

-Alumnado: Pasivo, agresivo

-Sistema: currículo duro, muy académico en E. obligatoria

Positivo : Conciencia del problema

-Individuo/falta más planificar/incentivar

-Enseñanza muy acadé mica , éxito poco posible, mínimo común de convivencia/Metod.

- Intercambiar/Red

- tareas de éxito diverso

- Trabajo, informes colaborativo,

- Jornadas internas:Ceps

- Consejos, voluntariado…

- Centro interés

Currículo Socio-Lingüistico

- Hábito y destreza lecto-escritor

- Técnicas estudio y elab. Informes

Idem

- Trabajo Hábitos

- Fases,

- Depart.

- Tutorías Plan

Curriculo Cient-

técnico

- Idem lógico-matem-científico

- Hábito buen uso TICS

Idem

Idem

- Concursos

- Voluntariado

Curriculo Artístico

- Hábito y Sensibilidad artística

- Valor/actitud limpieza del medio

Idem

Idem

- Momento,patio

- …

2.-ORGANI-

ZATIVA

Estructuras de participación

-Poca cultura participativa

-No hay momentos para ello

-Faltan estructuras, espacios

-Liderazgos infrautilizados

-Luchas de grupos

Positivo: La normativa obliga y hay grupos por el trabajo común

- No se entrena

- No se planifica

- No hay tiempos establecidos

- Cultura enfrentamientos

- Faltan mínimos comunes a pesar de los estilos y librillos…

- Consejos de alumnado y familias desde aula

- Reparto liderazgo

- Tiempo para coordinación

- Equipo pedag.

- Consejos

 

 

 

3.-FORMA-

CIÓN

Talleres, intercambio de experiencias

-Planes de profesorado alejados de intereses

-Poco coordinados los planes de formación

-No se realizan diagnósticos de necesidades, encuestas

-Poca información variada

Positivo: Hay recursos variados

-Son más externos no de centro para la mayoría

- No hay estructura coordinadora entre sectores

- Falta preparación

e instrumentos

- Faltan estrategias

- Diagnósticos de necesidades

- Planes comunes y coordinados

- Integración de medios

- Formación en centros

- Intercambios y redes experienc.

- …

 

 

 

4.-CONTEXTO

APAS

FAMILIAS

-Debilidad de APAS y directivas

-Poca afiliación y poca asistencia, especial secundaria

-Planes desconocidos o dirigidos

Positivo: Hay pequeños grupos con voluntad y dedicación

- No hay planes de formación estrategias

- Reuniones densas, información insuficiente

- Se dirige y deciden planes con poca participación

- Estudio de métodos y estrategias de participación

- …

- Modelo de procesos, estudio

- Información, estrategias APA

- …

 

4.-CONTEXTO SERVICIOS SOCIAL/MUNIC

CULTURAL

-Trabajo descoordinado de otras iniciativas escolares

-Planes de asociaciones desunidos

Positivo: Un medio maravilloso

-Falta estructura estable de participación

- Falta hilo conductor de todo

- Programas coor.

Con centros

- + Medios y profesionales

- Estructura estable: comités

- Concejalías coord. centros

4.-INFRAES-

TRUCTURAS

- No se rentabilizan las existentes

- Zonas/espacios/conductas oscuras del municipio

Positivo: Se quiere mejorar

- Faltan protocolos y estrategias de mejora

- Falta diagnóstico riguroso sobre lo que ocurre y plan

- Estudio de medios y necesidades

- Grupo coordin. De intersectorial

- Comités y concejalías

- Programas espec- especiali.

ANEXO III: Ejemplos de Comités Ciudadanía: localidad, comarca, distrito

 

Nuestra propuesta, que inicia proyectos globales de distritos, comarcas y municipios, presenta algunos materiales como ejemplo del borrador de la investigación en la que nos adentramos de forma inicial. Los materiales que se seleccionan a continuación sólo son una muestra del tanteo que en centros colaboradores del proyecto, realizamos, como búsqueda de una alternativa a la mejora compartida y el diseño de aprendizajes básicos de Ciudadanía.

Pasaremos a mostrar ejemplificaciones de acciones desde los comités de Ciudadanía, su creación, la elaboración de planes, y referencias de centros al debate

 

EJEMPLIFICACIÓN DEL COMITÉ DE CIUDADANÍA DE .........

Y LINEAS DEL PLAN DE TRABAJO BORRADOR PARA LA ZONA….

 

En el día de la fecha se constituye la Comisión de Ciudadanía de la comarca de ......, que estaría configurada por las diferentes entidades locales con los objetivos de:

•  Coordinar los medios sociales y educativos de la zona para su rentabilización
•  Elaborar un plan de mejora que en contacto con los Consejos Escolares Municipales centre su atención en los procesos de aprendizaje, los valores y rendimientos del alumnado, así como el desarrollo de procesos democráticos y de ciudadanía en la ESCUELA, LA FAMILIAY EL MUNICIPIO

 

COMISIÓN ORIENTATIVA COMITÉ DE CIUDADADANÍA

 

•  CONCEJALÍA DE BIENESTAR SOCIAL Y SALUD PÚBLICA
•  CONCEJALIA DE EDUCACIÓN
•  CONCEJALÍA DE JUVENTUD
•  SERVICIOS SOCIALES: EDUCADORES SOCIALES Y PROGRAMA DE FAMILIA
•  POLICÍA MUNICIPAL
•  REPRESENTANTES DEL EMPRESARIADO
•  REPRESENTACIÓN DE APAS -COLEGIOS-INSTITUTOS
•  REPRESENTANTES ALUMNADO (de los Consejos Escolares, primaria y Secundaria)
•  REPRESENTANTE DE ASOCIACIONES DE VECINOS, de barrio
•  EQUIPO PSICOPEDAGÓGICO Y DE ORIENTACION
•  INSPECCIÓN
• 

MODELO DE CONVENIO

A partir de la constitución se aprueban los objetivos de la Comisión y se diseña el primer borrador del plan de trabajo para el año …..,que se concreta en el Primer Plenario de la Comisión. Os presentamos como anexo esta propuesta:

 
La Comisión de Ciudadanía se compromete con el asesoramiento del Proyecto Atlántida a estar en contacto con otras experiencias Atlántida iniciadas o en marcha: Coria, Cáceres y Cijara Badajoz, Tías en Lanzarote y Breña Alta en La Palma; otras en perspectivas de centros y zonas de Canarias, Madrid, Andalucía, Ceuta , Logroño, Castilla La Mancha, Extremadura, tal y como nos ofrece el proyecto asesor.
La Comisión de Ciudadanía se compromete a elaborar un protocolo de funcionamiento que asegure las convocatorias y los mínimos de organización que permitan funcionalidad en el trabajo para lo que se propone la concreción de UN PLENARIO donde están todas las entidades conectadas y UNA JUNTA COORDINADORA representada por una persona representativa ( cinco en total y el apoyo Atlántida) , elegidas entre el profesorado, las familias, los agentes sociales, el alumnado y la representación de cada Ayuntamiento
 
D) La Junta Coordinadora de la Comisión de Ciudadanía se compromete a partir del trabajo de asesoramiento Atlántida, para lo que se pide unas condiciones de apoyo laboral específicas, a coordinar la gestión del Plan de Trabajo y el presupuesto necesario que se adjuntará a partir de la propuesta inicial. Se concreta la necesidad de una reunión quincenal/mensual al menos, hasta haber estabilizado su tarea, convocada por la persona coordinadora de la Permanente, y una sesión mensual/bimensual en la fase de organización y bimensual, cuando ya esté bien consolidado, del PLENARIO DE LA COMISIÓN, que será convocado desde el Ayuntamiento. Se queda abierto el proceso de convocatoria, a las urgencias y necesidades de cada momento, sirviendo lo expresado como orientaciones.
 

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